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jueves, 14 de noviembre de 2024

Normandía: Un Viaje por la Historia, la Cultura y la Naturaleza

 


Normandía, una región que combina paisajes impresionantes, una rica historia y una cultura vibrante, es uno de los destinos más fascinantes de Francia. Desde sus pintorescos pueblos hasta las históricas playas del Desembarco de Normandía, pasando por impresionantes jardines y acantilados, cada rincón tiene algo especial. En este artículo te llevamos a un recorrido por los lugares más importantes que no te puedes perder en tu visita a esta increíble región. Prepárate para un viaje lleno de historia, arte, naturaleza y paisajes inolvidables.

1. Mont Saint-Michel: El Icono de Normandía




Comenzamos con uno de los lugares más emblemáticos de Francia: el Mont Saint-Michel. Esta abadía medieval, ubicada en una isla rocosa situada en una bahía, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus murallas y su imponente arquitectura te harán sentir como si hubieras viajado en el tiempo. El Mont Saint-Michel ofrece una atmósfera única, donde la marea sube y baja de manera impresionante, cambiando completamente el paisaje.

¿Qué ver? La Abadía de Mont Saint-Michel, del siglo VIII, es la principal atracción. Sube sus escaleras hasta la cima para disfrutar de vistas panorámicas sobre la bahía, donde las mareas más grandes de Europa ofrecen un espectáculo natural impresionante. Piérdete por sus estrechas callejuelas (no están tan masificadas como la calle principal). 

Consejo de viaje:
Visítalo temprano en la mañana o al atardecer para evitar las multitudes y disfrutar de la tranquilidad del lugar.

2. Giverny: El Paraíso de Monet




Si te apasiona el arte no puedes dejar de visitar Giverny, mundialmente conocido por ser el hogar de Claude Monet, el maestro impresionista. Muchos artistas se acercaban hasta esta población para aprender del maestro, lo que hizo que fuese necesario crear alojamiento y restauración. Destaca el bonito Hotel Baudy.

¿Qué ver? Visita la Casa y Jardines de Monet, donde el artista vivió y pintó sus famosos nenúfares. Los jardines son una delicia para los amantes de la naturaleza y el arte. No olvides visitar su tumba repleta de flores junto a la pequeña iglesia.

Consejo de viaje:
Si eres amante de la fotografía, los jardines de Monet son especialmente hermosos durante la primavera y el verano, cuando las flores están en plena floración.

3. Vernon 




Vernon es un encantador pueblo a orillas del Sena con arquitectura medieval y un castillo en ruinas. Su posición fronteriza entre el Ducado de Normandía y el Reino de Francia le otorga una gran importancia hasta su unión en el año 1196. Era un cruce de caminos de dos grandes ejes: Rouen/París y Evreux/Beauvais. 

¿Qué ver? Camina por el centro histórico y visita el Viejo Molino sobre el río Sena. El castillo de Tourelles actúo como cabeza de puente.  

Consejo de viaje: Frente al castillo hay zona de aparcamiento gratuito. Hay zonas de descanso y mesas de picnic junto al castillo.

4. Omaha Beach: El Corazón de la Batalla




Escenario del Desembarco de Normandía durante la Segunda Guerra Mundial, las Playas del Día D son hoy un recordatorio conmovedor de este importante evento histórico. Entre las más famosas está Omaha Beach, conocida por las intensas batallas que tuvieron lugar allí y por la feroz resistencia que encontraron las tropas estadounidenses. Este lugar está lleno de monumentos que recuerdan el sacrificio de los soldados.

¿Qué ver? El Museo Overlord ofrece una perspectiva detallada del desembarco y de los meses que siguieron, con exposiciones de equipos militares, documentos y recuerdos de la batalla. Además, en la misma playa se encuentra el Memorial Les Braves, una escultura moderna que honra el valor de los soldados que lucharon allí.

Consejo de viaje:
Combina la visita a Omaha Beach con el Cementerio Americano de Normandía, situado en una colina con vistas al mar, para rendir homenaje a los soldados caídos. Las hileras de cruces blancas de jóvenes soldados caídos te ponen los pelos de punta. 

5. Arromanches: Las Huellas del Desembarco




Arromanches es uno de los sitios históricos más relevantes del Desembarco de Normandía porque aquí fue construido un puerto artificial que se puede ver desde diferentes puntos en los que se conservan algunos trozos. 

¿Qué ver? En Arromanches, puedes visitar el Museo del Desembarco, que explica cómo los aliados construyeron un puerto artificial en cuestión de días para facilitar el desembarco de tropas y suministros. Las ruinas de este puerto aún son visibles desde la playa. 

Consejo de viaje:
Pasea por las playas y reflexiona sobre la importancia histórica de estos lugares. Las vistas son hermosas, pero la historia que encierran las hace aún más conmovedoras.

4. Juno Beach y Courselles-sur-Mer: Historia y Encanto Pesquero



Juno Beach
, lugar del desembarco canadiense el 6 de junio de 1944, es una de las playas clave del Día D. Situada en el encantador pueblo de Courselles-sur-Mer ofrece una experiencia diferente, combinando historia con su encantador puerto pesquero y su vida cotidiana.

¿Qué ver? El Centro Juno Beach es un museo dedicado al sacrificio y la valentía de las tropas canadienses. Disfruta de un paseo por su puerto, cruza el puente levadizo y detente a admirar la noria, un símbolo del pueblo. El mercado de pescado es una visita obligada para probar productos frescos del mar.

Consejo de viaje:
Visita el mercado de pescado por la mañana y, si te gusta el marisco, disfruta de una comida fresca en los restaurantes del puerto. Para aparcar, nosotros lo hicimos en la zona de la noria para después acercarnos andando y cruzar el puente levadizo hasta el Centro Juno Beach.

6. Pointe du Hoc: La Heroica Ascensión de los Rangers




Muy cerca de Omaha Beach se encuentra Pointe du Hoc, un acantilado escarpado que fue otro punto clave durante el Día D. Este acantilado fue el escenario de una de las hazañas más valientes de la guerra: aquí, los Rangers estadounidenses escalaron los acantilados fortificados bajo intenso fuego enemigo para neutralizar las posiciones alemanas.

¿Qué ver? Pasea por los cráteres dejados por los bombardeos y explora las baterías y fortificaciones alemanas que aún permanecen en pie. La vista desde los acantilados es sobrecogedora, tanto por su belleza natural como por su importancia histórica.

Consejo de viaje:
Visitar Pointe du Hoc te ofrece una experiencia más íntima y menos concurrida que Omaha Beach, pero igualmente cargada de historia y simbolismo.

7. Longues-sur-Mer: Las Baterías Alemanas Mejor Conservadas




Entre las playas de Gold y Omaha, en Longues-sur-Mer, se encuentran algunas de las baterías alemanas mejor conservadas de la costa de Normandía. Estas estructuras formaban parte del Muro Atlántico, la extensa red defensiva que Hitler construyó a lo largo de la costa occidental de Europa.

¿Qué ver? Las baterías de Longues-sur-Mer están intactas y ofrecen una visión fascinante de las defensas costeras alemanas. Desde aquí, las vistas al mar son impresionantes, lo que te permite imaginar la importancia estratégica de esta posición.

Consejo de viaje:
Es un sitio menos concurrido que otras playas del desembarco, por lo que puedes tomarte tu tiempo para ver los cañones intactos que se conservan. Todos estos lugares tienen su aparcamiento y centro de interpretación de entrada libre.

8. Cementerio Polaco de Grainville-Langannerie




El Cementerio Polaco de Grainville-Langannerie es el lugar donde descansan más de 600 soldados polacos que participaron en la liberación de Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Este es el único cementerio polaco en suelo francés y es un testimonio de la contribución polaca al esfuerzo aliado.

¿Qué ver? Este cementerio es un lugar de profunda solemnidad y reflexión. Las lápidas perfectamente alineadas y el monumento central hacen que la visita sea conmovedora, recordando el sacrificio de estos valientes soldados.

Consejo de viaje:
Asegúrate de leer las inscripciones para comprender mejor el papel de las fuerzas polacas en la campaña de Normandía. No es demasiado grande, pero si estás cerca lo recomiendo por ver las diferentes nacionalidades que formaban el bando aliado. Francia sufrió mucho durante esta guerra y todos ellos son tratados con gran respeto como sus salvadores.

9. Dives-sur-Mer: El Punto de Partida de Guillermo el Conquistador




Dives-sur-Mer es un pequeño pueblo costero cargado de historia. Desde este puerto zarpó Guillermo el Conquistador en 1066 para invadir Inglaterra, un evento que cambió la historia de Europa.

¿Qué ver? Visita la Iglesia de Notre-Dame, donde se encuentran los nombres de los compañeros de Guillermo inscritos en las paredes. También puedes explorar el Mercado Medieval, lleno de productos locales y artesanías, y pasear por el Puerto de Guillaume, que recuerda la histórica expedición del monarca. no te puedes perder la Aldea del Arte Guillermo el Conquistador, por lo que para mí, ya vale la visita. Una antigua posada con galerías, tiendas de artesanía, anticuarios, restauradores... la entrada es libre y gratuita.

Consejo de viaje:
Si visitas durante los fines de semana de verano, el mercado de Dives-sur-Mer es una experiencia vibrante con productos frescos y locales.

10. Rouen: La Ciudad de Juana de Arco




La histórica ciudad de Rouen es conocida por su arquitectura gótica y su importancia en la vida de Juana de Arco, quien fue juzgada y ejecutada aquí en 1431. Sus calles adoquinadas y casas de entramado de madera te transportarán a otra época.

¿Qué ver? La Catedral de Rouen es una obra maestra del gótico francés, famosa por las series de pinturas de Claude Monet. También puedes visitar el Museo Juana de Arco y el lugar de su ejecución en la Plaza del Viejo Mercado, donde se construyó una iglesia.

Consejo de viaje:
Rouen es el lugar perfecto para pasear sin rumbo por sus callejones históricos, disfrutando de su arquitectura y sus encantadores cafés.

11. Étretat: Los Dramáticos Acantilados Blancos




Normandía es famosa por sus impresionantes paisajes naturales, y los acantilados de Étretat son una de sus joyas. Estas formaciones de tiza blanca que se elevan sobre el Atlántico han sido inmortalizadas por artistas como Monet.

¿Qué ver? Camina por los senderos que recorren los acantilados para disfrutar de las vistas del Arco de Étretat y la Aguja, formaciones rocosas únicas. Si te sientes aventurero, puedes explorar las cuevas y playas que se revelan con la marea baja. Hay bunkers junto a la playa. Capilla de Notre Dame de la Garde, en un acantilado. Mercado Cubierto, actualmente se venden souvenirs y Manoir de la Salamandre, una casa de arquitectura normanda.

Cerca de la Capilla de Notre Dame de la Garde, están los jardines de Étretat, aunque nosotros no entramos. 

Consejo de viaje:
Para capturar la belleza de Étretat en todo su esplendor, realiza una caminata al amanecer o al atardecer, cuando la luz crea un ambiente mágico. Aparcar puede suponer una odisea. Nosotros fuimos a primera hora, creo que eran las 8.30, y pudimos aparcar en el parking más próximo a la playa. Los parkings son de pago.

12. Bayeux: El Famoso Tapiz 


Museo del Tapiz de Bayeux


El pequeño pueblo de Bayeux es conocido principalmente por el Tapiz de Bayeux, un extraordinario tejido bordado de 70 metros de largo que narra la conquista normanda de Inglaterra en 1066 por Guillermo El Conquistador. Esta pieza histórica única es uno de los tesoros más valiosos de Normandía, y se exhibe en un museo dedicado exclusivamente a él en el corazón del pueblo. Una joya milenaria que fue ocultada a los nazis y es Patrimonio de la Humanidad.

¿Qué ver? Bayeux tiene mucho más que ofrecer. Su catedral gótica, construida en el siglo XI, es una de las más bellas de la región, y las calles adoquinadas del centro histórico están llenas de tiendas, cafeterías y restaurantes donde puedes disfrutar de la gastronomía local.

Consejo de viaje:
Si visitas Bayeux en verano, se realizan espectáculos de luces y sonido alrededor de la catedral. Un punto que puedes añadir en tu visita a Normandía.

12. Harfleur: Historia Medieval y Fortaleza Estratégica




El pequeño pueblo de Harfleur, a las afueras de Le Havre, es una joya histórica que a menudo se pasa por alto en los itinerarios tradicionales. Harfleur fue una importante ciudad portuaria medieval y un punto estratégico durante la Guerra de los Cien Años. Su papel en la historia de Normandía lo convierte en un destino fascinante.

¿Qué ver?
La Iglesia de Saint-Martin, una majestuosa construcción gótica, es el principal atractivo de Harfleur. Pasear por las antiguas murallas y calles empedradas te dará una visión única de su importancia como fortaleza. Además, puedes visitar el Museo de Arqueología, que alberga interesantes hallazgos de la región.

Consejo de viaje:
Harfleur es una excelente parada para quienes estén explorando Le Havre o los alrededores. Pasea tranquilamente por sus pintorescas calles adornadas descubriendo los canales del río Lézarde que pasan por medio del pueblo y tienen puentes decorados con flores. 

Conclusión: Normandía es Historia y Naturaleza en Perfecta Armonía



Desde los dramáticos acantilados de Étretat hasta las playas del Desembarco del Día D, Normandía es una región rica en historia, cultura y belleza natural. No importa si eres amante del arte, un aficionado a la historia o simplemente buscas un lugar pintoresco para perderte entre pueblos y paisajes únicos, Normandía tiene algo para todos. ¡Es hora de comenzar a planear tu aventura por esta increíble región de Francia!

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domingo, 15 de septiembre de 2024

QUÉ VER EN MONTPELLIER



Montpellier se encuentra situada en el corazón de la región de Languedoc-Rosellón, es una ciudad vibrante y eso lo notas nada más llegar. Con su rica historia, su arte y cultura, esta ciudad es un verdadero tesoro. Testigo de muchos eventos históricos, Luis XIV la nombró capital del Languedoc en el siglo XVII, lo que marcó un punto de inflexión en su desarrollo. La ciudad es conocida por su arquitectura única, que combina elementos góticos y renacentistas.

Place de la Comédie iluminada 


Aparcamos cerca de la Place de la Comédie, donde encontramos la hermosa fuente de las Tres Gracias (Áglae, Eufrosine y Talía)  y el impresionante edificio de la Ópera. ¿Sabías que la estatua original de las Tres Gracias se encuentra en el vestíbulo de la Ópera y fue realizada en 1776 con mármol de Carrara?
La plaza es uno de los espacios peatonales más amplios de toda Europa, su forma ovalada le ha valido el sobrenombre de Plaza del Huevo. Los edificios son de una arquitectura preciosa. Montpellier tiene otra Ópera, la de Berlioz (1990), situada en el Corum, Palacio de Congresos construido por Claude Vasconi en 1988.

Uno de los tranvías (línea 3) que recorre la ciudad aparece ante nosotros y nos llama la atención su diseño y averiguamos que fue realizado por Christian Lacroix, quien fue elegido entre 16 candidatos. 

Rue du Bras de Fer



Desde aquí empezamos a adentrarnos en L´Écusson, su casco histórico lleno de calles estrechas y misteriosas que te transportan a otro tiempo. De vez en cuando encuentras alguna pequeña plaza con un gran ambiente, lleno de terrazas y tiendas de artesanía. Se ha convertido en uno de los barrios de moda de la ciudad. La Rue du Bras de Fer es la más bonita y fotogénica con sus escaleras de colores y banderines. Se puede admirar un arco del siglo XIV que conecta los edificios de ambos lados de la calle y las escaleras de colores la convierten en una de las más fotografiadas.

Catedral de St. Pierre y Facultad de Medicina (edificio a la izquierda)


Llegamos a la Catedral de St. Pierre, de estilo gótico meridional que posee un pórtico muy original con unos pilares redondos de 4,55 de diámetro sujetando un baldaquín impresionante. Fue convertida en catedral el año 1536 y fue la única iglesia de Écusson que sobrevivió a la Guerra Santa. Justo al lado, se encuentra la Facultad de Medicina más antigua del mundo occidental que se encuentra en activo y comenzando a darse clases en el año 1220. Podéis entrar a ver algunas de sus salas, laboratorio y el Jardín Botánico más antiguo de toda Francia (entrada gratuita). 



Seguimos hasta llegar al Arco del Triunfo de Montpellier, conocido como La Porte Du Peyron, un símbolo de poder y gloria del pasado. A imitación de las puertas de París, se mandó construir en honor a Luis XIV siendo una de las ocho puertas de la muralla que tenía la ciudad. 
Al lado y antes de cruzar hacia el parque, nos fijamos en un bonito edificio con columnas, es el Palacio de Justicia. Este edificio de estilo neoclásico, construido en 1853, se yergue sobre la antigua ubicación del Castillo de los Guilhem.




Atardece y el Arco toma un color anaranjado precioso. Creo que es el mejor momento del día para venir a la Plaza Real del Peyrou. Destaca la estatua ecuestre de Luis XIV, el Palacio de las Aguas y el Acueducto de Saint Clemente que está justo detrás. El Chateau d´eu es uno de los lugares más visitados. Realmente es un depósito que recogía el agua del acueducto Saint Clement y abastecía a la ciudad de agua potable. Fue realizado al mismo tiempo que el acueducto en el siglo XVIII y construido por Giral.
La plaza es punto de reunión de jóvenes. 


Si te gustan los museos, no olvides visitar el Museo Fabre, donde podrás admirar obras maestras de artistas famosos y descubrir la historia del arte en Montpellier.

Cuando ya nos íbamos pasamos por el Barrio Antigone, un barrio neoclásico diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill padre del que oí hablar en un documental y contribuye a la singularidad arquitectónica de Montpellier. A las orillas del río Lez se han acondicionado arboladas con pasarelas peatonales ideales para pasear a pie o en bicicleta.  Podrás ver el Árbol Blanco, una obra arquitectónica de S. Fujimoto que se ha convertido en icono de la moderna ciudad. Pasamos en coche de noche y no paramos, así que lamentablemente, no tengo fotos.

Montpellier tiene edificios muy elegantes de estilo parisino


Montpellier es una ciudad que ofrece algo para todos. Ya sea que busques tranquilidad en sus parques o emoción en sus festivales, esta ciudad sureña francesa no te decepcionará.

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miércoles, 22 de mayo de 2024

DESCUBRE LA VENECIA VERDE EN FRANCIA



Las Marismas de Poitevin se extienden en el Atlántico francés desde la ciudad de Niort hasta la bahía de Aiguillon, entre Poitiers y La Rochelle. 

La llamada "Venecia Verde" es un laberinto de canales dentro de un ecosistema único que posee una naturaleza de lo más relajante. Es una de las marismas más grande de Europa (la segunda de Francia después de La Camargue), con una superficie de 110.000 hectáreas y declarada Parque Natural Regional por lo que es un espacio natural protegido. Pueden observarse más de 250 aves de las 450 censadas en todo Francia.  Además, sus pequeñas localidades de menos de 5000 habitantes pertenecen a "Petites cités de caractère", con lo que se destina un presupuesto para proteger el patrimonio y promocionar el turismo, dándole un empuje económico para su desarrollo. 



CÓMO LLEGAR

Para llegar hasta el embarcadero, pusimos en el GPS la dirección a Coulon. Llegamos a una pradera verde donde hay bastantes parkings y zonas de picnic donde comimos. También vimos campings, restaurantes, tiendas y bastantes establecimientos para ser un pueblo tan pequeño. Sin embargo, al mismo tiempo, era un lugar muy tranquilo donde la gente disfrutaba lentamente en sus terrazas o paseando. 


DÓNDE ALQUILAR 

Nos dirigimos hacia el embarcadero Cardinaud donde puedes alquilar bicicletas, kayaks o barcas con o sin guía (te proporcionan un mapa). Nosotros nos decantamos por lo último y fue un acierto.

En el pueblo de Arçais también existen embarcaderos, pero Coulon nos pareció mejor punto de partida. Aquí se puede visitar la Casa de la Marisma de Poitou, un museo etnográfico que muestra la vida y costumbres de esta zona. 



EXPERIENCIA

Hubieron momentos en los que pensamos que nos habíamos perdido debido al silencio y la tranquilidad de no encontrar otras embarcaciones, únicamente interrumpido por el mugido de alguna vaca. Durante la travesía hay pequeños embarcaderos donde parar y vimos bastante gente haciendo picnics.


Hay más de 400 km de vías de agua con itinerarios fijados, donde los olmos, sauces y fresnos dan un aire muy romántico y misterioso a la zona. La ruta que elijas la has de hacer en un único sentido, con lo que se evita encontrar de cara embarcaciones y colapsar alguno de los canales. 


Tras una hora recorriendo en barca los canales, dimos una vuelta por el animado pueblo y descubrimos la iglesia del s. IX que fue utilizada como granero durante la Revolución Francesa. Seguimos callejeando por la zona peatonal y sus alrededores para acabar comiendo en el área de picnic cercana a los aparcamientos.



OTROS LUGARES

Durante los meses entre marzo y noviembre encontrarás abierta en la plaza de la Coutume la oficina de Información y Turismo en la que te recomendarán las mejores actividades y visitas que puedes realizar en la zona.


Nos hubiera gustado disfrutar más tiempo de las marismas de Poitevin y sus pueblos, pero fue una parada programada dentro de nuestro viaje hacia NantesPoitiers y Futuroscope. Si venís en caravana debéis saber que como muchas otras zonas de Francia, numerosos pueblos disponen de áreas específicas con todos los servicios.

La zona es ideal para hacer una parada en tu ruta hacia los Castillos del Loira, el fabuloso parque Puy du Fou (cerca de Les Herbies) o como ya he nombrado antes, Poitiers y Futuroscope.

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domingo, 25 de febrero de 2024

QUÉ VER EN 3 DÍAS POR EL VALLE DEL LOIRA


Desde mediados del siglo XIV, los reyes, nobles, artistas y diferentes personajes ilustres eligieron las orillas del río Loira (el más largo de Francia), para edificar los más deslumbrantes castillos que rodearon de bellísimos jardines. 

El Valle del Loira fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, se encuentra a 1h 30 min de París y discurre a lo largo de 280 km, entre Orleans y Chalonnes (casi ya en Nantes, ciudad que se puede incluir en el recorrido). Ciudades marcadas por la historia, paisajes bucólicos, palacetes, fortalezas, abadías, viñedos, pueblos con encanto y por supuesto, sus castillos. Hacer el itinerario en bicicleta también es muy fácil ya que hay hasta 350 km de carriles bici y una gran oferta de alojamientos.

Pero, ¿por qué hay tantos castillos en esta zona? Pues según nos contaron, los reyes pensaron que este era el mejor lugar para veranear y esto atrajo a su corte y muchos nobles que querían estar cerca de la realeza para demostrar su poder y alardear de su riqueza. 

Nosotros cogimos como base la ciudad de Tours, que nos gustó muchísimo. En agosto está bastante tranquila, pero se nota muy buen ambiente y tiene mucha oferta de ocio, todos los servicios, patrimonio, comercios... por lo que nos pareció una elección muy acertada. 

Desde aquí y aconsejados por nuestro anfitrión de HomeExchange donde nos alojamos, visitamos los siguientes castillos (os dejamos un mapa al final de cada día):


🚗 DÍA 1: TOURS - CHAMBORD - BLOIS - TOURS (159 km)



CHAMBORD: Es el Nº 1 indiscutible e imperdible. Dedicamos una mañana entera. 

Francisco I "el Rey Constructor" quiso construir aquí su palacio de caza en 1519 y cualquiera diría que se le fue un poco de las manos dada la magnitud de este castillo que resulta imponente. Es un paso entre la Edad Media y el Renacimiento. Destaca la famosa escalera de doble hélice justo en el centro, con ello querían facilitar el movimiento por las diferentes estancias y pisos. Sin duda conseguía impresionar a la corte y a todos los invitados con sus 426 habitaciones. También fue frecuentado por los reyes Enrique II y Luis XIV.

Si sois amantes del anime One Peace puede que el castillo de Chambord os suene, pues es el hogar de los tenryuubitos y donde opera el Gobierno Mundial.

Las 5440 hectáreas lo convierten en el parque forestal más grande de Europa y desde 1947 es Reserva Nacional de Fauna Salvaje y Caza. 

Existen parkings gratuitos a 2 km de la entrada al castillo, después el P2 que son 5€, el P0 cuesta 6€ y. luego está el P1 para autobuses. Nosotros lo dejamos en el 2. Os aconsejo pagar en cuanto dejéis el coche para evitar las colas que se hacen cuando volváis a recogerlo, ya que da lo mismo el tiempo que estéis, el precio es fijo. La visita se nos hizo más larga de lo esperada y comimos en el bar del castillo unos bocadillos y bebida (aprox. 10€ cada uno)

BLOIS



En Blois no sólo encontrarás otro de los castillos del Valle del Loira, sino que te sorprenderás por ser una de las ciudades más bonitas de esta ruta. 

Qué ver en Blois:

  • Castillo. Vale la pena ver la parte trasera (foto), ya que es muy diferente a la fachada principal. Nosotros dejamos el coche en un parking que hay en la plaza. 
  • Casa de la Magia de Houdini
  • Catedral de San Luis
  • Escalera Denis Papin que unen la parte alta con el centro a orillas del río Loira. Desde el año 2013, se decora con motivo de alguna exposición o evento. En nuestra visita a la ciudad (agosto 2023) pudimos admirar el mural titulado "My World Blossomed When I Loved You".


🚗 DÍA 2: TOURS - CHENONCEAUX - AMBOISE- TOURS (70,4 km)

TOURS



La mañana de hoy la destinamos a conocer la ciudad en la que nos hemos alojado estos días, aunque alguna tarde que llegamos pronto también dimos una vuelta. Tours combina a la perfección el arte y la historia y está atravesada por el Camino de Santiago. ¿Sabías que fue capital de Francia durante los siglos XV y XVI?  ¿Y qué todavía existe la casa donde Juana de Arco recibió su armadura? Tours guarda muchos secretos, pero a la vez es una ciudad moderna con muy buen ambiente. A orillas del río encontrarás muchas terrazas. No os podéis perder la plaza Plumereau rodeada de casas de entramado de madera convertidas en restaurantes y cafeterías. 

Muy cerca, encontramos restos de la antigua colegiata de San Martín (enterrado el año 397): la Torre del Reloj, la Torre de Carlomagno y una galería del claustro. Tours se convirtió en uno de los principales centros de peregrinaje más antiguo de la cristiandad. La nueva Basílica de San Martin se construyó a pocos metros.

Su catedral gótica está dedicada a San Gaciano y posee unas vidrieras espectaculares de los siglos XIII al XV, un coro del siglo XIII y las tumbas de los hijos de Carlos VIII. Es sin duda uno de los monumentos que debes visitar.  El Museo de Bellas Artes, ubicado en el Palacio Arzobispal, merece una visita. En las Noches Renacentistas de verano se proyecta un espectáculo de luz y sonido y también se abren a orillas del río numerosas cafeterías, bares y restaurantes, llamadas Guinguette. 
Estamos seguros de que te gustará tanto como a nosotros descubrir muchos de los secretos de la ciudad y para ello dedicaremos un articulo a Tours.

CASTILLO DE CHENONCEAU



Es conocido con el sobrenombre de "Castillo de las Damas" por la implicación de diferentes mujeres de la historia que diseñaron sus jardines y decoraron las habitaciones y salones. 

El castillo no fue en sus inicios tal y como es actualmente, pues los primeros propietarios, la familia De Marcos, construyeron en 1243 la torre-mazmorra en la que vivían y que vemos antes de cruzar al castillo. Algunas de las tierras las compró Thomas Bohier, político de la Corte que fue alcalde de Tours, hasta quedarse con todo. Fue su mujer Katherine quien dirigió las obras de construcción del castillo.

Pero las malas prácticas financieras hicieron que el castillo acabase confiscado por el rey Francisco I en 1535. Lo heredó Enrique II, quien se lo regaló a su amante Diana de Poitiers la cual construyó el puente que unía ambas orillas y habitó el castillo durante 12 años hasta que el rey falleció y su esposa, Catalina de Médici la echó. A Catalina se le debe la construcción del palacio sobre el puente, los nuevos jardines, fuentes, estatuas, columnas y elementos de máxima elegancia. 

El castillo cuenta con granja, cancillería, bodega, galería de carruajes, vergel de flores, un laberinto y unas ruinas que simulan ser griegas (algo muy de moda en la época). 

La parte de los graneros reproduce con figuras y mobiliario, escenas de la época de guerra en que se utilizaron las dependencias como hospital.


AMBOISE


Dejamos el coche en la Isla de Oro donde hay una zona preciosa de césped para comer o echarte un rato frente a la mejor panorámica de la ciudad de Amboise. Encontramos una escultura de Leonardo da Vinci, personaje vinculado a la ciudad, ya que pasó sus tres últimos años de vida aquí invitado por el rey Francisco I y su tumba se encuentra en una pequeña capilla en los jardines del castillo de Clos Lucé.

Cruzamos el río Loira por el Puente del Mariscal Leclerc disfrutando de las vistas que deja el reflejo del castillo sobre las aguas del río sobre todo con la luz del atardecer. 

Amboise es una pequeña población para pasearla. Sus calles peatonales con edificios de entramados de madera, están plagadas de restaurantes, cafeterías y tiendas de productos artesanales y de souvenirs. 

Enseguida encontraremos la Torre del Reloj que fue la puerta principal de entrada a la ciudad en el siglo XVI y en mi opinión uno de los rincones más bonitos. 



🚗 DÍA 3: TOURS - LANGEAIS - AZAY-LE-RIDEAU - VILLANDRY - TOURS (64,4 km)

LANGEAIS




Es uno de los castillos que más nos han gustado y muy recomendable sobre todo si vais con peques, ya que hay representaciones, juegos, parque con columpios, aves y su puente levadizo que puedes ver elevarse a las 12 y a las 17h. Este puente es único, ya que es de los pocos que quedan de acción manual.

El castillo conserva la Torre del Homenaje más antigua de toda Francia. Se encuentra muy amueblado con 14 aposentos decorados con tapices, marquetería, cofres, aparadores... 

Aquí se celebró la boda real de Carlos VIII con Ana de Bretaña de la que hay una representación con muñecos de cera de gran realismo y se proyecta un documental que cuenta la historia (en francés). 




Precios: 11,50 18/25 años: 9,50 10/17 años: 5,80 y menores de 10 años entrada gratuita.
Horaro: julio y agosto de 9.30 a 19h, febrero y marzo 9. 30 a 17.30, el 12/11 al 31/12 de 10 a 17 y el resto del año de 9.30 a 18.30 

La parte exterior del castillo de Luis XI tiene la particularidad de que en la parte trasera presenta elementos de defensa y escaleras tal y como se hacían en la época. Pueden subir únicamente 6 personas a la vez y las vistas al castillo y el pueblo son espectaculares. 

Si seguimos adentrándonos en el bosque de secuoyas y cedros un poco más pasaremos por la exposición de aves rapaces que hacen las exhibiciones de vuelo y encontramos una casa en un árbol preciosa a la que se puede subir para apreciar las vistas. Resulta un mirador sobre el Loira y el puente suspendido que lo cruza.

AZAY-LE-RIDEAU



El castillo es una obra maestra del Renacimiento con influencias italianas y flamencas y debe su estado de conservación al impulso del Marqués de Biencourt. 

La restauración ha sido fiel siguiendo la documentación y fotografías encontradas. Se llevó a cabo gracias a la colaboración de Mobilier National entre los años 2015 y 2017. 

Encontramos una sala de estar que conserva parcialmente su decoración neorrenacentista y una bonita sala de billar en la que se relajaba la alta burguesía del siglo XIX. Los dormitorios de principios del siglo XVI tenían diversas funciones que se ven reflejadas en su mobiliario con elementos no sólo para el descanso sino también para trabajar y comer. 



Una de las habitaciones llama mucho la atención nada más entrar por su fuerte olor. Esto sucede porque tiene las paredes vestidas de junco trenzado al considerarse que tenía propiedades terapéuticas y ahuyentaba los malos sueños. La cocina tenía un pozo para mayor comodidad.  

Se construyó sobre un islote del río Indre y el castillo da la impresión de encontrarse sobre un espejo. Cuenta con ocho hectáreas de bellísimas zonas verdes para perderse. 

VILLANDRY



Visitamos este castillo junto a los dos anteriores en el mismo día. Construido en XVI sobre una antigua fortaleza por Jean Le Breton, secretario de Estado de Francisco I, este fue el último palacio renacentista construido a orillas del Loira. 

Perteneció durante dos siglos a la familia hasta que pasó a manos del Marqués de Castellane quien lo rediseñó. Napoleón lo compró para su hermano durante la Revolución Francesa.

En 1906 lo compra en estado ruinoso el médico extremeño Joaquín Carvallo por 120.000 francos y con una gran inversión empezó a reconstruirlo. No es de extrañar encontrarse obras de arte español del siglo XVII de la talla de Zurbarán, Berruguete o Alonso Cano. Lo que sí que nos sorprendió es que se trajera un techo mudéjar entero del siglo XIII desde Toledo. 



Aquí vivió con sus tres hijos y es hoy su bisnieto Henri Carvallo quien abre el castillo de su propiedad al público y puedes encontrártelo dialogando con algún visitante. El castillo está completamente amueblado e incluso se exhiben algunos juguetes de época. 

Los jardines neorrenacentistas son los más admirados y visitados de Francia. Joaquín Carvallo contrató a dos paisajistas andaluces para crear los jardines tal y como se conservan actualmente.

Los jardines se recorren diferenciando cuatro zonas: el jardín del agua, el ornamental, el de las hierbas medicinales y el huerto. Este último creado durante la Primera Guerra Mundial cuando atendió a soldados heridos que estaban cobijados en el castillo y viendo la hambruna originada por la guerra.


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jueves, 31 de agosto de 2023

PUEBLOS DE ALSACIA, ENTRE VIÑEDOS Y CASTILLOS

   

 La región de Alsacia se sitúa en la frontera de Francia con Alemania, de ahí la influencia alemana en la arquitectura de sus edificios, los nombres de sus pueblos y en su gastronomía. Es difícil encontrar un pueblo feo en esta zona y quizás descubráis alguno que no está en ninguna de las guías que solemos consultar.

    La Ruta de los Vinos de Alsacia es la más antigua de toda Francia, recorre 170 kilómetros y pasa por 73 poblaciones con paisajes admirables, castillos inexpugnables y rica gastronomía. 

    Hicimos base en un apartamento Homeexchange del conocido pueblo de Colmar y desde aquí nos desplazamos en coche propio. Hay buena combinación de buses y trenes que enlazan muchos de los pueblos alsacianos y es una buena opción si no disponéis de vehículo propio o de alquiler. Durante los meses de verano, hay un autobús que enlaza la mayoría de estos pueblos y puedes subir y bajar las veces que quieras. Os dejo los horarios en este enlace.

    En un mismo día podéis visitar varios pueblos, ya que las distancias entre ellos son cortas. Hay algunos que me resultan imprescindibles:

1. COLMAR

    Ya que nuestro alojamiento estaba en esta localidad, aprovechamos para dar una vuelta al anochecer y descubrir tranquilamente la iluminación y los reflejos en los canales. Sobre la fachada del Antiguo Cuerpo de Guardia, antigua lonja ubicada en la plaza de la catedral, se realizaba un espectáculo de luces. Este edificio del año 1575 ha tenido diferentes usos como casa de vigilancia, estación de policía y ayuntamiento.
    A la mañana siguiente nos levantamos temprano. Nuestra primera parada fue en la oficina de turismo. Justo delante está el Museo Unterlinden en lo que era un convento del siglo XIII que conserva un precioso claustro. 
    La Casa Pfister es uno de los edificios más destacadas del renacimiento en Colmar. Fue propiedad de un rico sombrerero y su familia. El exterior conserva murales con escenas bíblicas, una galería en madera y una espectacular torre octogonal.
    Nos dirigimos a la Casa de las Cabezas, construida en 1609, recibe este nombre al contar con hasta 111 cabezas esculpidas en su fachada. En lo más alto del edificio destaca una escultura de Fréderic Auguste Bartholdi, creador de la Estatua de la Libertad y vecino del pueblo. Otras referencias al escultor son la réplica que se encuentra en una rotonda a las afueras y el museo situado en el mismo lugar que le vio nacer. Este museo conserva colecciones de gran valor. Impuso algunas condiciones como que la persona encargada de la conservación del museo sea siempre de religión protestante y de la Alsacia-Lorena.



    Aunque nosotros estuvimos en verano, el ambiente navideño se ve reflejado en la decoración y en sus muchas tiendas de souvenirs. Colmar está plagado de rincones mágicos, pintorescas fachadas repletas de flores, plazas con fuentes y calles empedradas que te llevan a descubrir su patrimonio. 
    Una de las calles más peculiares es Rue des Tanneurs, en el barrio de los Curtidores, que conserva viviendas de los siglos XVII y XVIII en las que residían los trabajadores de este sector. La última planta de los edificios era utilizada para secar las pieles.
    Llegamos al Muelle de la Pescadería, uno de los puntos más bellos de la localidad y que no te puedes perder. Si vas por la mañana también puedes recorrer el Mercado Cubierto que tiene comida local y productos de temporada. Desde aquí, recorre este tramo del río Lauch llamado "Pequeña Venecia" en un corto paseo pero precioso.


2. EGUISHEIM
    El mismo día que visitamos Colmar, fuimos a Eguisheim por la tarde y prácticamente estábamos solos. Este pueblo tiene forma circular y sus calles forman diferentes anillos. Sin duda, uno de los indispensables. 
    Dicen que Disney se inspiró para la película de "La Bella y la Bestia". No lo sabemos cierto, pero lo que sí que es cierto es que es un pueblo de cuento total con casas de vivos colores. Una de las casas más fotografiadas de toda Alsacia es Le Pigeonnier (foto de cabecera), que hace esquina entre dos calles y se ha convertido en todo un icono. 



    Llama la atención que sin tener vocación militar, el pueblo tuviese doble muralla, las cuales protegían la economía del pueblo basada en cosechas.
    Tanto su iglesia como el pueblo están vinculados a Bruno de Eguisheim, quien bajo el sobrenombre de León IX , fue consagrado Papa en el año 1049. Su pontificado duró 5 años. Fue un Papa conciliador, comprometido y muy viajero.

3. TURCKHEIM



     El mismo día recorrimos este pueblo que como muchos otros, cierran el tráfico al atardecer. Dista tan sólo 7,5 k de Colmar. El pueblo es muy pequeño y se visita pronto.     Pasamos la imponente puerta de entrada y hacia la derecha encontramos una fuente con una Virgen y más adelante, un bonito jardín medieval.
    Durante el mes de diciembre es visita obligada su calendario de Adviento. Cada día a las 17h abren una ventana. Es un pueblo bonito y nos pillaba cerca, pero si vais justos de tiempo se puede obviar.

4. CASTILLO HAUT-KOENIGSBOURG



    Alsacia es una de las zonas europeas que cuenta con un mayor número de fortalezas (cerca de 80). El castillo de Haut- Koenigsbourg es un de los más admirados y ha inspirado a cineastas e ilustradores. En 1192 se conocía como Königsburg (castillo del rey en alemán). Tras nueve siglos de historia, este castillo ha sido reconstruido de tal forma que pareces estar haciendo un viaje en el tiempo. Posee un rico mobiliario, frescos, decoración y objetos que lo convierten en un auténtico museo de la Edad Media.
    Dominando el paisaje sobre una base rocosa, las vistas son espectaculares y el castillo impresionante. Os recomiendo llegar pronto para no tener problemas de aparcamiento.

5. RIQUEWIHR

    A 15 kms de Colmar y rodeada de viñedos, encontramos la población amurallada de Riquewihr. Destaca su ayuntamiento de estilo neoclásico. Desde allí y al otro extremo de la calle principal, podemos ver la Torre Dolder y a su lado una preciosa fuente en piedra. Esta torre de 25 metros de altura del siglo XIII es una construcción preciosa de entramado de madera y piedra con un reloj. Tenía funciones defensivas y de vigilancia. 



    Al cruzar, encontramos una escultura de una chica a caballo junto a la muralla que fue aprovechada para la construcción de algunas viviendas. 
    La Tour des Voleurs (Torre de los ladrones) está muy cerca y es visitable, pues alberga un pequeño museo etnológico con sala de torturas.
    Como no podía ser de otra manera, las casas de Riquewihr llenan de color las calles empedradas del pueblo. Conserva la iglesia protestante Santa Margarita de época medieval, aunque también llegó a tener una ermita convertida en escuela y la iglesia Notre Dame transformada en presbiterio.

6. KAYSERSBERG

    Para muchos, este es el pueblo más bonito de todos, pero yo me resisto a elegir sólo uno porque son todos tan pintorescos que resulta complicadísimo. Con lo difícil que lo tienen, los franceses lo eligieron su pueblo preferido en el año 2017.



    Destaca su puente fortificado y defensivo sobre el río Weiss construido el año 1514 que ofrece bonitas estampas. Tras ver la parte izquierda del puente, que está llena de restaurantes y tiendas, decidimos cruzarlo. Nos dirigimos hacia la izquierda por la estrecha calle des Forgerons, con detalles muy bonitos, hasta llegar a la subida al castillo. Conserva una torre redonda a la que se puede acceder gratuitamente. No hace falta que os diga que las vistas son fantásticas desde este punto.
    Después bajamos por el otro lado (más fácil) y llegamos a la parte trasera del ayuntamiento. Desde ahí volvemos hacia el puente, pasando por la bonita fuente del emperador Constantino frente a la iglesia de la Santa Croix

7. HUNAWHIR

    A 14 km al noroeste de Colmar, este pequeño pueblo de 600 habitantes es miembro de "Les Plus Beaux Villages de France". Esta repleto de casas que son monumentos históricos y testigos de la vida dedicada sobre todo a la vinicultura. 
    No te puedes perder la fuente del siglo XVII, entre la Grand Rue y la Rue de l´Église, rodeada de flores que sirvió de abrevadero para los animales. La antigua fuente romana de Sainte Hune de la que cuentan que una buena mujer llamada Huna hizo que manara vino en lugar de agua en un año de malas cosechas y fue beatificada por el Papa León X. Este agua siempre baja a una temperatura de 10ºC.



    La iglesia fortificada de Saint Jacques le Majeur es una maravilla de esta ruta. Está en una colina y su exterior es un cementerio. Lo que la hace tan especial, además del entorno y que se construyera entre los siglos XIII y XIV, es que aún funciona como doble culto. Es un conjunto arquitectónico único y monumento histórico. Al atardecer es espectacular.
Si vais con niños, quizás les apetezca conocer el "Jardín de las Mariposas" o el parque de animales "Naturoparc" que trabaja en la preservación de la biodiversidad regional.

8. RIBEAUVILLÉ

     A tan sólo 3 km de Hunawihr, encontramos esta otra localidad imprescindible en nuestra ruta alsaciana. Su importancia fue tal que llegó a tener hasta 3 castillos y estuvo amurallada.     Desafortunadamente quedan ruinas, aunque visitables algunas torres y recintos exteriores. Si quieres subir a ellos, pasarás por una de las dos torres circulares que tuvo la muralla, la Tour des Socieres en la que se encarcelaban a herejes y brujas que luego eran juzgados en el vecino pueblo de Bergheim.



    El pueblo ha sido distinguido con la máxima distinción de "Ville Fleurie" que son las cuatro flores por la promoción de espacios verdes y flores.
    Destacan edificaciones como la Tour des Bouchers de 1290 y que debe su nombre por las carnicerías que habían a su alrededor. La torre fue campanario y prisión. 
    En la Maison des Ménétriers y alrededores se celebra el primer domingo de septiembre la fiesta de los juglares, la más antigua de Alsacia. Actualmente el edificio es un restaurante, pero es fácil encontrarlo ya que está en la calle principal y tiene un balcón que llama la atención por su decoración en la que figuran las estatuas de la Virgen y del Arcángel Gabriel a los lados de un letrero que dice "Ave Maria Gratia Plena".
    Por supuesto, no le faltan fuentes, algunas esculturas y un pequeño canal custodiado por flores. 

9. DAMBACH-LA-VILLE

    Este es otro de los pueblos que no te puedes perder en la ruta alsaciana. Muchos lo pasan por alto y sin embargo tiene una de las iglesias neorománicas más bonitas. 
    El municipio estuvo amurallado y actualmente quedan en pie tres de las cuatro puertas que llegó a tener. Aún así, se conserva un casco histórico de gran belleza. Callejeamos prácticamente solos y encontramos rincones bucólicos, también una pequeña panadería con productos locales que nos recomendó la dependienta. Compramos para almorzar y también para llevarnos.



    A 3 km en las afueras, se encuentra el castillo más antiguo de Alsacia (en ruinas) y que perteneció a los padres del Papa León IX. 
    Al norte, entre viñedos, destaca la capilla de Saint Sebastien. La que fue iglesia del desaparecido pueblo de Oberkich tiene un osario debajo del que no se sabe muy bien el origen.

10. SÉLESTAT

    La tercera ciudad de Alsacia se encuentra a 30 km de Estrasburgo y está catalogada como ciudad de Arte e Historia por sus monumentos Históricos y los diferentes festivales y eventos que se desarrollan a lo largo del año. Nosotros tuvimos la suerte de encontrar el Corso Fleuri y ver cómo se preparaba y decoraba la ciudad. Es un desfile de carrozas hechas con flores.
    Destacan la iglesia románica de Sainte Foy (s. XII) y la de estilo gótico Saint Georges con enormes vidrieras (s. XIII-XIV). La Biblioteca Humanística y Museo de Literatura del año 1899 está incluida en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO, es indispensable.



    El Jardín de las Dalias es un oasis precioso y cuidado donde encontrarás ejemplares muy diferentes y coloridas. La ciudad posee un bonito barrio de curtidores. 
    Existe una ruta trazada con 24 etapas. Son placas doradas en el suelo con las huellas de un león y del gigante Sletto, protagonistas de una de las leyendas de la localidad. Una flecha te indicará el sentido de la ruta. 

11. ESTRASBURGO

    El problema del aparcamiento en estas ciudades está resuelto con los P&R que normalmente son accesibles desde carreteras principales. Son parkings que también ofrecen con el mismo ticket de aparcamiento el transporte hasta el centro. Nosotros no lo utilizamos y aparcamos al lado del centro (al otro lado del río) en zona azul. Al ser domingo, era gratuito y había bastante sitio, así que esta resultó una buena opción.




    A la ciudad de Estrasburgo le dedicamos un día. Tiempo suficiente para recorrerla bien. Su catedral es una de las más bonitas que he visto. Una obra maestra de la Edad Media que tardó 400 años en construirse. Su campanario de 142 metros fue durante dos siglos la obra de arquitectura más alta del mundo. Para obtener unas vistas espectaculares podéis subir los 330 escalones hasta la plataforma en lo alto de la iglesia. El reloj astronómico al que se accede por una puerta lateral, es admirado por el juego de sus autómatas. Nosotros lo vimos desde fuera. Muy cerca descubrimos un pequeño jardín medieval, junto al edificio que alberga el Museo "Casa de la Obra Notre Dame"

    En la plaza, justo delante del reloj astronómico, podrás ver el imponente Palacio Rohan del s. XVIII que alberga tres museos. A mi me encanto el de las Artes Decorativas: un palacio amueblado muy elegante. Puedes coger la entrada conjunta con el Museo de Bellas Artes y el Arqueológico que se encuentran en el mismo edificio. En Estrasburgo también hay un Museo Alsaciano, otro de Arte Contemporáneo, el Histórico,...

    Nos dirigimos hacia el barrio de curtidores, también llamado Petit France. Aquí podéis coger grandes barcazas panorámicas para hacer un recorrido por los canales (también las hay pequeñas). Callejeamos por este barrio admirando las casas que se conservan de los siglos XVI y XVII y encontramos un restaurante que tenía menú alsaciano. He de decir que la comida es muy contundente y tiene influencia alemana. Hay que probarlo.
    Un lugar que no debes dejarte son los puentes cubiertos con sus cuatro torres que pertenecieron a la muralla del siglo XIV. La entrada es libre, al igual que subir a la terraza panorámica de la presa Vauban. Desde aquí verás los canales, las torres, Petit France y hasta la catedral con su torre.



    Cogimos el coche y aunque al ser domingo lo encontraríamos cerrado, quisimos ver la zona de las Instituciones Europeas. El Parlamento se puede visitar gratuitamente. Consulta su web: http://visiting.europarl.eu/es
He de decir que el barrio nos gustó porque combina adosados de barrio residencial y altos edificios modernos que contrastan.

Mapa de los pueblos visitados: 


    Hay más pueblos en la zona y quizás añadiríais otros, pero estos fueron los que nosotros visitamos y nos parecieron una buena elección. La zona en sí es preciosa, considero que en verano luce mucho y os animo a visitarla en esta época del año aunque lo hayáis hecho en Navidades.

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