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domingo, 15 de septiembre de 2024

QUÉ VER EN MONTPELLIER



Montpellier se encuentra situada en el corazón de la región de Languedoc-Rosellón, es una ciudad vibrante y eso lo notas nada más llegar. Con su rica historia, su arte y cultura, esta ciudad es un verdadero tesoro. Testigo de muchos eventos históricos, Luis XIV la nombró capital del Languedoc en el siglo XVII, lo que marcó un punto de inflexión en su desarrollo. La ciudad es conocida por su arquitectura única, que combina elementos góticos y renacentistas.

Place de la Comédie iluminada 


Aparcamos cerca de la Place de la Comédie, donde encontramos la hermosa fuente de las Tres Gracias (Áglae, Eufrosine y Talía)  y el impresionante edificio de la Ópera. ¿Sabías que la estatua original de las Tres Gracias se encuentra en el vestíbulo de la Ópera y fue realizada en 1776 con mármol de Carrara?
La plaza es uno de los espacios peatonales más amplios de toda Europa, su forma ovalada le ha valido el sobrenombre de Plaza del Huevo. Los edificios son de una arquitectura preciosa. Montpellier tiene otra Ópera, la de Berlioz (1990), situada en el Corum, Palacio de Congresos construido por Claude Vasconi en 1988.

Uno de los tranvías (línea 3) que recorre la ciudad aparece ante nosotros y nos llama la atención su diseño y averiguamos que fue realizado por Christian Lacroix, quien fue elegido entre 16 candidatos. 

Rue du Bras de Fer



Desde aquí empezamos a adentrarnos en L´Écusson, su casco histórico lleno de calles estrechas y misteriosas que te transportan a otro tiempo. De vez en cuando encuentras alguna pequeña plaza con un gran ambiente, lleno de terrazas y tiendas de artesanía. Se ha convertido en uno de los barrios de moda de la ciudad. La Rue du Bras de Fer es la más bonita y fotogénica con sus escaleras de colores y banderines. Se puede admirar un arco del siglo XIV que conecta los edificios de ambos lados de la calle y las escaleras de colores la convierten en una de las más fotografiadas.

Catedral de St. Pierre y Facultad de Medicina (edificio a la izquierda)


Llegamos a la Catedral de St. Pierre, de estilo gótico meridional que posee un pórtico muy original con unos pilares redondos de 4,55 de diámetro sujetando un baldaquín impresionante. Fue convertida en catedral el año 1536 y fue la única iglesia de Écusson que sobrevivió a la Guerra Santa. Justo al lado, se encuentra la Facultad de Medicina más antigua del mundo occidental que se encuentra en activo y comenzando a darse clases en el año 1220. Podéis entrar a ver algunas de sus salas, laboratorio y el Jardín Botánico más antiguo de toda Francia (entrada gratuita). 



Seguimos hasta llegar al Arco del Triunfo de Montpellier, conocido como La Porte Du Peyron, un símbolo de poder y gloria del pasado. A imitación de las puertas de París, se mandó construir en honor a Luis XIV siendo una de las ocho puertas de la muralla que tenía la ciudad. 
Al lado y antes de cruzar hacia el parque, nos fijamos en un bonito edificio con columnas, es el Palacio de Justicia. Este edificio de estilo neoclásico, construido en 1853, se yergue sobre la antigua ubicación del Castillo de los Guilhem.




Atardece y el Arco toma un color anaranjado precioso. Creo que es el mejor momento del día para venir a la Plaza Real del Peyrou. Destaca la estatua ecuestre de Luis XIV, el Palacio de las Aguas y el Acueducto de Saint Clemente que está justo detrás. El Chateau d´eu es uno de los lugares más visitados. Realmente es un depósito que recogía el agua del acueducto Saint Clement y abastecía a la ciudad de agua potable. Fue realizado al mismo tiempo que el acueducto en el siglo XVIII y construido por Giral.
La plaza es punto de reunión de jóvenes. 


Si te gustan los museos, no olvides visitar el Museo Fabre, donde podrás admirar obras maestras de artistas famosos y descubrir la historia del arte en Montpellier.

Cuando ya nos íbamos pasamos por el Barrio Antigone, un barrio neoclásico diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill padre del que oí hablar en un documental y contribuye a la singularidad arquitectónica de Montpellier. A las orillas del río Lez se han acondicionado arboladas con pasarelas peatonales ideales para pasear a pie o en bicicleta.  Podrás ver el Árbol Blanco, una obra arquitectónica de S. Fujimoto que se ha convertido en icono de la moderna ciudad. Pasamos en coche de noche y no paramos, así que lamentablemente, no tengo fotos.

Montpellier tiene edificios muy elegantes de estilo parisino


Montpellier es una ciudad que ofrece algo para todos. Ya sea que busques tranquilidad en sus parques o emoción en sus festivales, esta ciudad sureña francesa no te decepcionará.

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