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jueves, 25 de julio de 2019

Conoce Águeda, Aveiro y Costa Nova, preciosos lugares de Portugal.


Caímos en Águeda por casualidad y sin tener ningún otro referente sobre el lugar. ¿La razón? Encontramos un precioso hostel con un precio imbatible. Así que, para conocer Aveiro, reservamos una noche de camino entre Oporto y Coimbra.
Águeda se encuentra a tan sólo 80 kilómetros de la ciudad de Oporto, por lo que es posible hacer una excursión de un día para visitar estos tres lugares si no te quieres alojar en otro lugar, incluso a Aveiro puedes llegar en tren.


Seguro que habéis visto en muchas ciudades y pueblos las calles cubiertas de paraguas que se han puesto tan de moda, pues por lo que he podido leer, la idea nació en 2009 en Alicante de la mano de los arquitectos Rafael Legidos y Mario Berna. Una bonita forma de tapar el sol en los días más calurosos y llenar las calles de color. Aunque parece que es en este pueblo portugués donde se ha hecho más famoso.


En el año 2011, es en Águeda donde para celebrar el festival cultural veraniego Agit Águeda (se celebra en julio), el Ayuntamiento encarga a la empresa local Patricia Cunha un proyecto de marketing para dar a conocer el evento. Aquí nace el «Umbrella Sky», una idea económica y útil que ya se ha extendido por ciudades de Japón, Francia, España, Estados Unidos, Cuba o Baréin. La difusión por las redes sociales, la ha convertido en un reclamo turístico.


Lo que era en sus orígenes un festival de música veraniego, se ha transformado en un certamen donde el arte urbano y el performance son los protagonistas de la mano de un objeto, el paraguas, que, además, se ha erigido en la imagen de marca de este municipio. (Fuente: EFE)


Espacio de actuaciones

El programa de AgitÁgueda incluye espectáculos, conciertos, actuaciones, y otras actividades durante tres semanas de julio. El arte urbano aquí transforma farolas, fachadas, escaleras, decora escaparates o colorea bancos que puedes encontrar el resto del año. Nosotros estuvimos en agosto.

Escaleras de colores, esculturas, graffittis y mucho arte en las calles de Águeda.

A poca distancia se encuentra el que es el lago más grande de la Península, Pateira de Fermentelos y si vas en verano, aunque las playas están cerca, existe la opción de disfrutar de la playa fluvial do Alfusqueiro. Nosotros por falta de tiempo, no nos entretuvimos en visitarlo, pero si disponéis de más tiempo es una visita bonita y está muy acondicionado, incluso dispone de chiringuito.
Otro rincón de gran encanto que no os podéis perder es el Parque da Alta Vila, aunque le hacen falta unos arreglos es un lugar mágico. Perteneció a el Dr. Eduardo Caldeira, dueño de la parte alta de la ciudad en el siglo XIX. Creó en estas 3 hectáreas un romántico jardín inglés con plantas y árboles exóticos, un pequeño lago artificial con puentes, pérgolas, una capilla, un invernadero, senderos, grutas, un pabellón de caza, un chalet e incluso encontramos una pequeña carpa de circo (no sabemos si está siempre ahí, pero dentro no había nada).

Parque da Alta Vila

A tan sólo 20 minutos está Aveiro, conocida como la Venecia portuguesa por sus canales y barcos tipo góndolas (moliceiros). Estos barcos eran utilizados para transportar algas y sal desde la enorme laguna de 75 kilómetros cuadrados. Estos depósitos de sal se convirtieron en un centro de bacalao salado que distribuye por otros mercados.

Moliceiros por el canal central y otro canal con casitas de colores.

Al llegar al pueblo, aparcamos en una calle junto al parque da Cidade o Infante D. Pedro y frente a la iglesia de San Antonio, que luego visitamos.

Parque Infante D. Pedro (parte más cercana al convento de San Antonio)

Este parque es precioso, cógelo con tiempo porque da gusto pasear por él. Es un lugar tranquilo y lleno de encanto como podéis apreciar en las fotos. El parque está diseñado para disfrutar de espacios deportivos, con campos polideportivos y circuitos, un skate park e incluso campo de tenis, todo ello de uso público. También te puedes descargar la aplicación EduPark en el móvil con realidad aumentada, búsqueda de tesoros y juegos para que los peques descubran el parque mientras juegan. También hay unos toboganes muy divertidos. Una pasarela sobre las copas de los árboles sirve para cruzar la carretera e ir a la parte del parque más nueva y cercana a los canales.

Parque da Cidade (al lado oeste de la carretera)

El parque cruza prácticamente la ciudad, así que seguimos hasta la zona más visitada y más turística. Nos acercamos a la Oficina de Información y Turismo a coger un mapa e información y almorzamos en una pastelería/heladería cercana. Llaman la atención algunas fachadas modernistas y adentrándonos en la zona de las casitas de pescadores nos encontramos muchas cubiertas de azulejos.

Fachadas Art decó modernistas y fachadas de las casas de pescadores revestida en azulejo.

Comimos aquí, saliendo un poco de la zona más masificada y es fácil encontrar menús por 10 euros. Después de comer, nos dirigimos paseando por el centro de la ciudad y luego seguimos el mismo parque hacia el coche. Como estaba abierto, entramos a visitar el convento de San Antonio,, fundado por los monjes franciscanos en 1524. Nos cautivó el interior de azulejo azul que contrasta con la austeridad del exterior. Hacen visitas guiadas y están encantados de responder a tus preguntas. No se paga entrada, únicamente les dejas la voluntad.

Preciosa capilla de la iglesia de San Antonio.

Las playas de Aveiro son la de Barra y Costa Nova, esta última muy conocida por sus casas de rayas de diferentes colores. Los palheiros eran casas de pescadores que las pintaban llamativamente para reconocerlas tras pasar largos periodos fuera. Algunas parecen casitas de muñecas y es fácil verlas en Instagram. Os aconsejamos ir por la mañana, pues nosotros fuimos por la tarde y teníamos todo el sol de cara y no pudimos hacer muy bien las fotos. Si hace calor podéis aprovechar para daros un baño en la playa. Armaros de paciencia para aparcar, está la cosa algo complicada en verano.

Costa Nova 

La playa de Barra es conocida por tener el segundo faro más alto de la Península y según he leído de Europa, siendo el de Chipiona el primero.

Faro de Aveiro
Playa 

martes, 27 de noviembre de 2018

Qué ver en Oporto: 20 cosas que no te puedes perder.



Contra todo pronóstico esta ciudad se ha colocado entre las preferidas de mis hijas. Bien mirado, tiene atractivos para estas pre-adolescentes: un ambiente animado, calles que suben y bajan, fachadas llenas de azulejos, tranvías, funiculares, graffittis, la fantástica Librería Lello, miradores con vistas alucinantes, la preciosa estación de trenes que cuenta la historia del país, puentes que se cruzan por arriba y por abajo y un apartamento en pleno centro que fue un acierto total. De hecho, me reprocharon que nos quedáramos tan sólo tres días.

En el año 2017, el European Consumers Choice eligió la ciudad como Mejor Destino Turístico Europeo. La segunda ciudad más importante de Portugal tiene un atractivo bohemio, romántico y con un centro histórico declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.

A continuación os indicamos lo que no os podéis perder en Oporto:

1. Estación de trenes Sao Bento


Construida sobre un antiguo convento del cual recibe su nombre, fue inaugurada en 1916, aunque recibió el primer tren en 1896. Su fachada exterior podría pasar desapercibida en la plaza Almeida Garrett. Dentro está revestida con 20.000 mil azulejos donde se representan escenas de la historia de Portugal y de los transportes.
Fue elegida por la revista Travel + Leisure como la 11ª estación más bonita del mundo.
Hay una curiosa báscula que no sólo indica el peso, sino también te revela el futuro.

2. Iglesia de San Idelfonso


Preciosa iglesia construida en 1730 sobre las ruinas de un templo medieval. La fachada está cubierta de azulejos que cuentan la historia del Santo. Es fácil encontrar en esta plaza animación callejera como magia, cómicos,... al menos durante el verano. Verás subir y bajar clásicos tranvías, otra de las cosas que llama la atención a los más pequeños.

3. Rua de Santa Catarina

Café Majestic, en la comercial Rua de Santa Catarina

Una calle peatonal llena de vida con locales, tiendas, centro comercial y el famoso Café Majestic que encontramos cerrado por ser domingo.
En esta calle encontramos la Capela das Ánimas (Capilla de Santa Catarina), una de las más fotografiadas de la ciudad.
Un poco más abajo el Mercado do Bolhao que a fecha de hoy (agosto ´18) se encuentra cerrado por obras durante dos años.

4. Capilla de Santa Catarina (Capela das Ánimas)




Su fachada de 360 m2 esta revestida por casi 16.000 azulejos desde 1929. Representan la vida de San Francisco de Asís y de Santa Catalina de Alejandría. Las fachadas de estas iglesias son preciosas con sus azulejos en tonos azules.

5. Avenida de los Aliados

Monumento al rey Pedro IV y al fondo el Ayuntamiento.

Una de las principales avenidas de Oporto en la que destacan estatuas, imponentes edificios y elegantes fachadas. El Ayuntamiento encabeza la vía que finaliza en la Plaza da Libertade donde se levanta el monumento ecuestre al rey Pedro IV. Uno de los edificios que destacamos es el de MacDonalds, local que fue vendido con la condición de mantener las vidrieras y decoración de los años 30. Más abajo hay una escultura en memoria a un chico vendedor de periódicos conocido como "El Ardina".
Encontramos otra de las 30 cabinas telefónicas típicas londinenses que el gobierno británico regaló a la ciudad de Oporto.

6. Librería Lello

Es complicado hacer buenas fotos, sobre todo en la escalera.

La librería Lello está en la Rua das Carmelitas, 114. Una de las visitas que la peque más ansiaba, ya que es uno de los lugares que sirvió a J. K. Rowling como inspiración para crear la librería Flourish & Blotts de su libro Harry potter y la piedra filosofal. La conocida escritora vivió unos años en la ciudad y era asidua a esta librería que está considerada la tercera más bonita del mundo.
Os aconsejo llegar a primera hora, ya que las colas pueden llegar a hacerse eternas. Las entradas se adquieren más adelante, en una librería que hace esquina y que también os aconsejo visitar, pues tiene detalles muy curiosos.

No dejéis de entrar en la librería donde se compran las entradas, da a dos calles.

¿Vale la pena pagar 5 euros por entrar? Pues eso lo tendréis que decidir vosotros. Los 5 euros os los descuentan en la compra de un libro. La verdad es que a pesar de lo masificado que está (aún madrugando... ¡tenías que ver la cola al salir!) y lo complicado que es hacer buenas fotos,... una vez aquí creo que hay que visitarla. Destaca la impresionante cristalera del techo, la decoración, la majestuosa escalera, la antigua caja registradora y un espacio para los seguidores de Harry Potter.


7. Iglesia dos Carmelitas e iglesia do Carmo


La iglesia dos Carmelitas se construyó en el siglo XVII con una fachada en granito y un interior barroco en talla dorada. La fachada lateral de la segunda es un claro ejemplo de revestimiento en azulejo tan característico de las iglesias portuguesas. Ambas se encuentran separadas por una estrecha casa donde vivía el sacristán, ya que la ley de la época prohibía construir dos iglesias juntas.
En esta plaza encontramos el Museo de historia y una bonita fuente de leones.

8. Torre dos Clérigos

La torre más alta de Portugal tiene 75 metros y 225 escalones. Forma parte del conjunto arquitectónico junto a la iglesia y la Casa de los Clérigos. Existe un carrilón de 49 campanas en el tercer piso que suena a las 12 y a las 18 horas.

Torre dos Clérigos y bonitas fachadas. 

A la derecha hay unas fachadas que llaman mucho la atención por sus azulejos en vivos colores: es la casa Oriental de 1910, la tienda de conservas más famosa de Oporto. Se puede entrar tranquilamente y hacer las fotos que quieras. Parece de cuento. Además de conservas que puedes degustar, adquirir un original recuerdo: una lata con el año de nacimiento en la que te indica personajes y efemérides ocurridas en ese mismo año.
Monasterio de Sao Bento

9. Monasterio Sao Bento da Vitoria


Puede pasar desapercibido por la simplicidad y austeridad de su fachada neoclásica.
Este fue el primer monasterio benedictino masculino de Oporto. Durante la invasión francesa sirvió como hospital militar hasta que pasó a manos del Estado al extinguirse la orden religiosa. Allí se construyó un cuartel y un tribunal. Destaca la sillería del coro, el órgano y el claustro de la iglesia.






10. Mirador da Vitoria


Uno de los miradores con mejores vistas de Oporto y Vila Nova de Gaia, está al final de la calle Rua da Vitoria o siguiendo la calle donde está el Monasterio Sao Bento.
Sus vistas al río Duero, el puente de D. Luis, Gaia, la catedral y el palacio Episcopal hace que sea un punto indispensable para añadirlo en esta lista.


11. Palacio de la Bolsa

Mercado Ferreira Borges, Despacho Palacio de la Bolsa y Plaza do Infante.

En la plaza do Infante, a espaldas de la iglesia de San Francisco se construyó este Palacio en los terrenos del viejo convento que quedó en ruinas después de un incendio. Las obras tardaron en finalizar 50 años. Os aconsejo reservar vuestra visita, ya que son guiadas cada media hora y los grupos son reducidos (las hay en diferentes idiomas). 
En su interior cabe destacar el Patio de las Naciones, llena de escudos de países relacionados comercialmente con Portugal, la sala presidencial y la sala Árabe inspirada en la Alhambra. 
La bolsa se trasladó a Lisboa.
Los precios son algo elevados 9 euros normal, jubilados y estudiantes 5.50€, aunque los niños hasta los 12 años entran gratis.
En la plaza encontramos el Mercado Ferreira Borges que actualmente cuenta con la sala de espectáculos HardClub.


12. Iglesia de San Francisco


Esta iglesia formaba parte del antiguo convento construido entre los años 1383 y 1410. Destaca por ser la única iglesia de arquitectura gótica y la más antigua de Oporto. Lo que más llamó la atención de las niñas es el decorado de oro; y es que, las tallas de madera y sus columnas están forradas con más de 400 kgs. de polvo de oro, símbolo de la riqueza portuguesa entre los siglos XVI y XVII del imperio ultramarino.
El retablo del altar representa el "Árbol de Jessé", formado por doce imágenes de pie sobre las ramas de un árbol sobre la base del cuerpo de Jessé.
La entrada se puede adquirir junto a la visita del museo de arte sacro y las catacumbas, donde encontramos un osario.
Precio iglesia + museo y catacumbas: Niños 2.50€. Normal 7€ y con dto. estudiante, jubilado, etc. 5.50€


13. La Ribeira


Su ambiente cautivador la hace ser una de las calles más bonitas del mundo, como así ha sido considerada por la revista Traveler. Esta zona es de las más antiguas de la ciudad y Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Llena de vida y terrazas, es la imagen más conocida de Oporto. Quizás no es la mejor zona para comer, ya que al ser tan turística los precios son más elevados, pero las vistas son privilegiadas.
En una zona de los muros hay un monumento a las víctimas que murieron huyendo de las tropas de Napoleón. En esa época las barcas eran atadas y hacían la vez de puente, los franceses soltaron las cuerdas y cayeron al mar. Esta escultura del muro se encuentra en el lugar donde se encontraban los amarres del Ponte da Barcas y se ha convertido en una especie de altar donde aún encontramos velas encendidas.
Una buena sugerencia para los que vais con niños es hacer un crucero por el Duero pasando por los puentes. Los precios oscilan entre 12 y 15 euros por persona, niños de 4 a 10 años cerca de 8€ y menores de 4 suelen estar exentos de pago.

14. Puente de D. Luis


Puente D. Luis y el Monasterio da Serra do Pilar.

Cruzamos andando por la parte de abajo para llegar a Vila Nova de Gaia, que no es otro barrio de Oporto, sino un pueblo.
Este puente metálico se inauguró el 31 de Octubre de 1886 y tiene uno de los mayores arcos de hierro forjado del mundo. El metro recorre los 391 metros de la parte de arriba y los coches los 174 metros por la parte de abajo. Ambas se pueden recorrer andando. La parte superior es uno de los mejores miradores de Oporto para disfrutar de las vistas a ambas orillas del río.


15. Vila Nova de Gaia

El teleférico de Vila Nova de Gaia sobrevuela las bodegas.

Separado de Oporto por el río Duero, el pueblo de Vila Nova de Gaia posee una gran concentración de bodegas. La mayor parte de ellas ofrece visitas guiadas y están abiertas al público. Nuestros caseros nos recomendaron Sandeman, Offley y Taylor´s. Como no somos grandes amantes de los vinos y vamos con las niñas, esta visita nos la saltamos. ¿Sabías que es la región más antigua del mundo con vinos demarcados?
Aquí se encuentra el Teleférico de Gaia que en cinco minutos hace un recorrido de 562 metros sobrevolando bodegas y ofreciendo bonitas vistas. El precio es de 9 € I/V y 6€ un sentido , niños hasta 12 años 4.50 I/V y 3€ sólo un viaje. Puedes utilizarlo después de un paseo para subir hasta la parte superior del puente cerca del Monasterio da Serra do Pilar (cerrado los lunes, por lo que no pudimos ir), pero nosotros volvimos a cruzar por la parte inferior para subir por el funicular.
Encontramos puestos de artesanías en esta orilla. El paseo es muy tranquilo, aprovechamos para descansar y hacer fotos.
Los rabelos que vemos pertenecen a bodegas. Antiguamente, estos barcos se usaban para transportar el vino desde las zonas altas del río, lugar de cultivo.

16. Funicular dos Guindais

Interior y exterior del funicular.

Una experiencia que siempre gusta a los niños. Se encuentra a los pies de la Muralla Fernandina y al comienzo del puente D. Luis. El funicular recorre 280 metros desde la Ribeira hasta el barrio de Batalha, de los cuales 90 son subterráneos. Las vistas son increíbles y evitamos así, el cansancio de los niños si subiéramos por la escalera o las empinadas calles. El billete sencillo cuesta 2.50€. Al bajar, nos encontramos cerca de la catedral, punto al que nos dirigimos.

17. Sé Catedral


La catedral del siglo XII es de estilo romano-gótico donde encontramos elementos del barroco y rococó. Construida en forma de cruz, posee un precioso altar de plata. El claustro data del siglo XIV y es de estilo gótico. La decoración de azulejos se añadió en el siglo XVIII.
La plaza es un magnífico mirador en la que destaca el Pazo Episcopal y el Pelourinho, columna retorcida similar a las que se utilizaban para ajusticiar públicamente a los criminales, aunque esta se instaló en 1945 y es meramente decorativa.

18. Gastronomía

Francesinha

No te puedes marchar de Oporto sin probar la Francesinha. La mayoría de los restaurantes lo incluyen en su menú como plato único y cuesta entre 6.50/8€. Nosotros la comimos en la zona del mercado do Bolhao. La sirven con un gran plato de patatas fritas. Es una especie de sándwich relleno de ternera, fiambre, bañado en salsa un pelín picante y cubierto con queso derritido. algunos también añaden un huevo bajo el queso. La francesinha está considerada como uno de los 10 mejores sanwiches del mundo.

Otros platos portuenses son las Tripas à Moda do Porto, similar a nuestros callos pero con judías blancas. Cuentan que los habitantes de la ciudad cedieron sus alimentos a la tripulación de Don Enrique el Navegante quedándose con las tripas, lo que les valió el nombre de "tripeiros".
Bacalhau a la Gomes de Sá, rissóis (empanadas), cachorrinhos (versión portuguesa del perrito caliente) o Sandes de pernil con queijo da Serra, son algunas opciones de la cocina de Oporto.


19. Capela do Senhor da Pedra



Preciosa ermita dentro del mar. Cuentan que en este lugar se realizaban cultos paganos, así que se decidió cristianizarlo en el s. XVII construyendo esta ermita. La playa fue votada como la décima más bonita de Europa.

20. Azulejos


Fachadas revestidas de azulejos.

Las fachadas de Oporto están revestidas de azulejos no solamente para evitar inclemencias del tiempo y la humedad, muchas de ellas demostraban la opulencia de sus dueños que regresaban ricos del Brasil. Existen rutas diseñadas para descubrir las más bonitas fachadas.


Abajo os dejo la ruta en dos tramos para ver los principales puntos que aconsejamos para conocer la ciudad. Hasta la Capela do Senhor da Pedra llegamos con nuestro propio coche, por lo que no lo he añadido al mapa.





Me quedé con ganas de ver...  el Monasterio da Serra do Pilar, el museo World of Discoveries y dar un largo paseo en bici por la zona de Foz.

domingo, 3 de diciembre de 2017

ELVAS, LA REINA DE LA FRONTERA.


A sólo 8 kilómetros de  Badajoz, se encuentra esta ciudad con una importante historia militar. Llegó a tener 15.000 militares. En 2012, sus fortalezas son declaradas Patrimonio de la Humanidad. A raíz de esto se le ha hecho un lavado de cara a la ciudad y está impoluta. Yo había estado hace unos años y no la recordaba así de limpia.


Ciudad fronteriza de gran interés estratégico que fue fundada por los romanos. Conquistada por musulmanes en el año 714, reconquistada por Alfonso VIII de Castilla, tomada de nuevo por los árabes y definitivamente, en 1226, reconquistada por portugueses. Sin duda, una ciudad muy codiciada a la que llamaron la Reina de la Frontera.


Es la ciudad más fortificada de Portugal y el mayor conjunto abaluartado del mundo.


La visita al Fuerte de Luzía nos fascinó. Sobretodo a las niñas: maniquíes con los antiguos trajes de soldado, cañones, las vistas y las historias que nos contó el encantador hombre que amablemente, no sólo nos lo explicaba todo, sino que se ofrecía a hacernos fotos para que saliéramos los cuatro. Nos contaba anécdotas e incluso nos recomendó dónde comer y que dijéramos que íbamos de su parte. Me da mucha rabia no recordar su nombre. Se nota que amaba lo que hacía y nos contaba que él lo mantenía como si fuera su casa.


Construido en lo alto de una colina y a unos cientos de metros de las murallas, fue construida durante la Guerra de Restauración entre España y Portugal (1641-1668). Cruzamos el puente del foso.
La vivienda del gobernador, la iglesia y una casa a prueba de bombas quedan en el centro. Dos aljibes abastecían de agua hasta 400 hombres durante casi 3 meses.
El Fuerte de Santa Luzía es uno de los mejores ejemplos del arte de fortificar europeo.

Al fondo la casa del gobernador.

Pero además esconde sorpresas que a los niños les encantan. Escoltados por nuestro improvisado guía, descubrimos las mejores vistas al Fuerte de enfrente, el de Grácia (no visitable sin un permiso), situado en otra loma.

¿Hasta donde llegan las vistas? Pues hasta Alburquerque.

Las galerías, son túneles secretos que llegaban posiblemente a la ciudad o comunicaba con el otro fuerte para escapar. Pero por falta de presupuesto no se puede seguir escarbando.
¡Ahora si tirasen armas químicas ni aquí nos esconderíamos!- les explicaba- mirar si eran listos nuestros antepasados... cómo construían que nos ha llegado a nuestros días resistiendo bombardeos, terremotos... y sin tener los medios de los que ahora disponen.


En la casa del gobernador puedes subir hasta el punto más alto por unas curiosas escaleras que normalmente construían los árabes para bajar. Nuestro amigo las subía y bajaba con una rapidez asombrosa. Nos enseñó a hacerlo y colocó a las niñas para la foto. Todo el que entraba, salía con su foto. ¡Cualquiera se niega al ver la ilusión que pone el hombre!


El fuerte posee un pequeño museo militar, las letrinas (siempre les hace mucha gracia), y hasta 4 baluartes.
















Comimos en la plaza de la República. Acertadísimo. Calidad, muuuuucha cantidad y buen precio.

Huevos rotos y bacalao dorado. Exquisito.

De allí salía el tren turístico.

Plaza de La República. Aquí está la oficina de turismo. El antiguo ayuntamiento es el de los arcos. Fue construido por los árabes que se quedaron después de su expulsión y rehabilitado en el s. XVIII. Actualmente es la Casa de la Cultura.

No sé si es que tienen la buena iniciativa de emplear a gente jubilada, que siempre puede añadir sabiduría y experiencia, a la ruta, porque el conductor del trenecito turístico era un camionero jubilado que también nos contó muchas cosas de cuando hizo el servicio militar allí mismo y cómo se pasaba el contrabando de tabaco por el Guadiana a España.


Nos contó que el Acueducto da Amoreira, de 7 km., estaba en tan magnifico estado de conservación debido a los materiales "estrella" utilizados en su construcción: sangre y tripas de animales mezclados con los más usuales. Estos sellaban y solidificaban como una costra. Las niñas alucinaban.


En el castillo, recuperado de manos árabes por Sancho II, hasta hace poco fijaban su residencia los alcaldes de la ciudad.


Hay una ermita construida con huesos, pero no llegamos a ir.

Fachada de la Catedral Nuestra Señora de la Asunción, Capilla Mayor y órgano de tubos del s. XVIII. La iglesia es de estilo manuelino (s. XVI), pero en su reforma se añadieron elementos de estilo barroco y rococó 

Otros lugares que puedes visitar son: el Jardín de las Laranjeiras, lleno de árboles frutales, la iglesia de la Misericordia, la de las Dominicas cubierta con azulejos, el Museo Militar, el antiguo hospital San Juan de Dios hoy convertido en hotel de 4 estrellas,...

Picota  del s.XVI en la Pl. Alcaçova frente a la iglesia de Ntra. Sra. de la Consolación
Fuerte de Grácia visto desde el Fuerte de Santa Luzía