Muxía |
Estos son algunos de los puntos que consideramos clave, pero sin duda cada uno de sus rincones merecerá que te detengas. Así que, cógelo con calma y disfruta.
1.- Finisterre.
El faro por excelencia. Visitar Costa da Morte y saltarte este punto es impensable. El fin de la Tierra, como lo llamaron los romanos pensando que acababa aquí. Lugar mágico donde los haya. Os recomendamos dejarlo para el final de vuestras rutas para poder disfrutar del atardecer desde este punto único. Alrededor del faro hay alguna tienda de souvenirs, el Km. 0 del Camino de Santiago, una bota en bronce sobre una piedra (algunos abandonan aquí sus viejas botas después del recorrido, como el que tira el birrete al licenciarse), una cruz sobre un montículo, mesas de picnic e incluso puedes encontrar alguna escultura de delfines o pequeñas exposiciones, músicos, malabaristas... También hay zonas habilitadas para el aparcamiento incluso de caravanas. Tener precaución si subís con el coche pues hay muchos peatones.
2.- Cascada do Ézaro.
3.- Santuario Verxe da Barca, Muxía.
Totalmente abocado al mar, este santuario sufrió un terrible incendio y con ayuda de todos los vecinos se reconstruyó.
Aunque ha sido reconstruido varias veces, no se sabe con certeza la fecha de su construcción.
Tiene otros atractivos como una fuente, una gigante escultura como una roca partida en dos sirve de homenaje a todos los que ayudaron a limpiar la costa del petróleo del Prestige, el faro,...
Algunos cuentan que aquí se recibieron los restos del apóstol Santiago, otros que el apóstol se retiró aquí a orar y vio aparecer a la Virgen en una barca de piedra. Algunas de esas piedras que formaron la barca quedaron para siempre junto al santuario atribuyéndoles propiedades sanadoras o protectoras.
Sea cierto o no el lugar merece la visita. A nosotros nos cogió un día de mucho viento y nos dio un poco de respeto acercarnos demasiado al mar desde donde la perspectiva del santuario es genial.
4.- Caldeiras do Castro.
El lugar nos resultó algo complicado de encontrar, ya que coges pequeños caminos y esta algo escondido. Pertenece al Concello de Muxía. Optamos por pasar del navegador y preguntar. Un señor muy amable nos acompañó con su coche hasta el mismo camino. Nada más llegar comimos junto a una pequeña ermita (data de 1660) y un cruceiro. Hay un área recreativa con muchas mesas y barbacoas.
Fue un descubrimiento precioso, naturaleza en estado puro. Casi delante del cruceiro esta señalizado el camino. Enseguida encuentras las escaleras junto al río Castro y desde allí tienes una magnífica perspectiva de este spa natural como lo han denominado algunos. El río cae en cascada y forma ollas (calderos) donde los más peques disfrutan mucho. Aunque fuimos en agosto el agua estaba muy fría, pero las peques no se resistieron a pegarse un chapuzón en estas pequeñas piscinas naturales.
Una excursión asombrosa.
5.- Faro Vilán.
Este faro es un centro de interpretación donde se recogen las historias de las mayores catástrofes que dan nombre a esta costa gallega. Cerca está el cementerio de los ingleses. En el siglo XIX se produjeron tres naufragios de barcos ingleses, siendo el del "Serpent" el de mayor envergadura.
Ante tanta tragedia las autoridades españolas presionadas por las inglesas construyeron el que sería el primer faro eléctrico en el país y lo ubicaron a mayor altura.
Existen rutas como la de los faros bordeando el mar, AQUÍ encontrarás cada etapa muy bien detallada.
La Costa da Morte es uno de esos lugares que dejan en tu retina y en tu memoria unas imágenes que no se borrarán fácilmente. Yo no sé que tiene esta zona que nos dejó a todos fascinados y con unas terribles ganas de volver.
Atardecer en el "Fin de la Tierra" |
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