En la plaza de la Independencia, junto a la iglesia del siglo XVIII, está la torre medieval en la que dos placas conmemorativas evocan la gesta antifrancesa.
Paseamos por sus calles admirando los balcones y la construcción de las casas típicas de estas zonas hasta que llegamos a las piscinas naturales.
El sitio es ideal para tomar algo en el chiringuito mientras los niños juegan en el parque, bañarse, tumbarse en el césped e incluso pasar el día allí comiendo en una de las muchas mesas de piedra. Cubierto de sombras es idóneo para descansar los días de calor.
Visitamos la piscifactoría que hay en el pueblo, por una senda a la izquierda del puente que cruza el río cerca de la zona de baño. Es un criadero de truchas que se puede visitar libre y gratuitamente. A las niñas les gustó. Los paneles te van explicando todo el proceso, la problemática que hay para la conservación del hábitat y consejos para conservar los ecosistemas.
AQUÍ os dejo el enlace.
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