Son muchas las hipótesis sobre la vida de Jesucristo y quizás sea en el pequeño pueblo francés de Rennes-le-Château donde se pueda dar algo de luz a tanto misterio. Al menos, eso fue lo que pensó Dan Brown al utilizar leyendas y hasta el apellido del párroco para su best-seller el Código Da Vinci.
Son tantas las especulaciones y conspiraciones que giran entorno a las restauraciones y obras que se hicieron en la pequeña iglesia que empezó a correr el rumor de que se había encontrado un tesoro.
Tanto San José como la Virgen portan niños en sus brazos |
Castillo de Rennes le Château |
La acomodada vida del cura, las construcciones y todas las leyendas que surgieron sobre el Santo Grial, la descendencia de Jesucristo, los Templarios, códigos secretos... se fueron con él a la tumba.
En la entrada el demonio Asmodeo, guardián de los secretos. Inscripciones como Terribilis est locus iste (Este lugar es terrible) y un viacrucis muy peculiar. |
Estancias de la casa, convertida en museo |
El dominio de Bérenger Saunier cuenta con la villa Béthanie, la capilla privada donde tras ser juzgado de corrupción continuó dando misas, la magnifica torre Magdala (símbolo del pueblo) que sirvió de biblioteca, la torre de vidrio que fue invernadero, los preciosos jardines, la tumba del párroco y el museo.
El museo es muy interesante con la "losa de los caballeros", el pilar carolingio donde supuestamente habían unos pergaminos, una supuesta losa codificada... También hay quién cuenta que fue la iglesia quién mandó callar la boca al cura ofreciéndole una fortuna...
¿Quién sabe la verdad?Muchos curiosos y seguidores del Código Da Vinci se dan cita en este pueblo que sólo por las vistas, la tranquilidad y el misterio vale la pena visitar.
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