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jueves, 21 de diciembre de 2023

SORIA, CIUDAD DE POETAS


Soria enamoró a poetas y grandes escritores de la talla de Antonio Machado, Pío Baroja, Santa Teresa de Jesús, Lorca, Gerardo Diego, Gustavo Adolfo Bécquer,... y es tan fácil encontrar en sus versos referencias a rincones de la ciudad como a la inversa. Una vinculación que fue creciendo desde el Cantar del Mío Cid y que descubre una inspiradora provincia.

La misma ciudad cohesiona naturaleza y patrimonio en sus paseos reflejados en las aguas del río Duero, como comprobamos al caminar por los márgenes del río desde el claustro de San Juan (que no pudimos visitar porque los lunes se encuentra cerrado), pasando por el antiguo Monasterio de San Polo para finalizar en la ermita de San Saturio, patrón de la ciudad. 

Monasterio de San Polo

Si este es uno de los paseos e imágenes más destacadas de Soria, no se queda atrás el Parque de la Alameda de Cervantes. Si vais en otoño, como hicimos nosotros, podréis andar sobre un manto de hojas doradas que lo cubren. Conocido por los vecinos como "La Dehesa", este paseo es uno de los parques públicos más antiguos de Europa. El lugar es muy frecuentado por gente de todas las edades. Al final de una gran explanada, encontramos las letras con el nombre de la ciudad que constituyen un nuevo reclamo turístico. Están hechas con madera de los bosques de Soria. Otro de los lugares que encontramos aquí es el "Árbol de la música": un olmo que algunos datan sobre el siglo XVI y al que se le instala una plataforma de madera a finales del s. XIX para que tocasen los músicos. En 1924 la estructura se cambia por una de hierro donde la Banda Municipal realizaba conciertos, convirtiéndose así en todo un símbolo. Aunque el olmo murió y es un castaño de indias el que ocupa su lugar.

Árbol de la Música

Al lado, la ermita de la Soledad (s. XVI) se encontraba en lo que era la entrada a la ciudad y hasta ella acudían vecinos de comarcas cercanas a rezar al Cristo del Humilladero los días de mercado. En el siglo XVI la familia Ríos Salcedo paga una ampliación y añaden en la parte delantera una capilla mayor para Ntra. Sra. de la Soledad, quedando la original en la parte trasera. En el s. XVIII se añade la portada actual y el campanil. 

Nos dirigimos hacia la Plaza Mayor y encontramos en los soportales la escultura en bronce de Gerardo Diego sentado mientras lee un libro y toma un café. Delante una silla vacía que invita a sentarse y hacer la foto de rigor. Estamos ante el antiguo Casino de Numancia, el Círculo de la Amistad, al que acudía la alta sociedad y literatos que supieron plasmar la esencia de Soria. En la tercera planta se encuentra la Casa de los Poetas, un espacio expositivo que nos hace sentir y disfrutar de la poesía.

Gerardo Diego en el exterior del Círculo de la Amistad

Llegamos a la Plaza Mayor, la cual conserva monumentos tan notorios como el Palacio de  la Audiencia con su reloj de 1862, la Casa de los Doce Linajes, la Casa del Común, el Palacio de Doña Urraca y la emblemática Fuente de los Leones. la iglesia de Santa María la Mayor está construida sobre la iglesia románica de San Gil del siglo XII. La vieja campana de San Gil posee el escudo troquelado más antiguo de Soria. Esta iglesia tenía un corredor sobre el coro desde donde el Cabildo contemplaba las fiestas y espectáculos que se celebraban en esta plaza Mayor de marcada estructura castellana.

Plaza Mayor

Frente a la fachada se encuentra la escultura de Doña Leonor. En esta iglesia se celebró su enlace con Antonio Machado y tres años después su funeral, pues murió de tuberculosis.

Subimos hacia la iglesia del Espino, donde se encuentra la patrona de la ciudad. La iglesia fue ocupada en el siglo XIX por las tropas francesas que la convirtieron en su cuartel general. En el cementerio que hay junto a estos muros descansan los restos de Leonor y frente a la fachada, un viejo y seco olmo símbolo del conocido poema de Antonio Machado "A un Olmo Seco".

Iglesia del Espino

Podéis bajar a visitar el Claustro de la Concatedral de San Pedro (2€ entrada), donde coexisten el románico y el gótico tomando como modelo la Colegiata de Berlanga de Duero. 

La sede de la Diputación de Soria se encuentra en un edificio histórico custodiado por un bonito conjunto de estatuas de personajes históricos. En el interior podemos contemplar uno de los dos únicos lienzos que existen sobre la conquista de Numancia (el otro se encuentra en el Museo del Prado). 

Al lado podemos contemplar la iglesia de San Juan de Rabanera, declarada Monumento Nacional en 1929 y Bien de Interés Cultural en el año 2000.

Diputación de Soria e iglesia de San Juan de Rabanera

Pero una de las muchas iglesias que tiene la ciudad de Soria y más me ha impresionado es la iglesia de Santo Domingo por su magnífica fachada, considerada una de las mejores del románico español y conocida como la Biblia en Piedra. Al lado, hay un convento de monjas clarisas de clausura que continúan haciendo y vendiendo dulces tras su torno. 

Santo Domingo

Otro de los monumentos que destacan en la ciudad de Soria es el Palacio de los Condes de Góngora, el actual Palacio de Justicia. La fachada impresiona por su gran tamaño, la cantidad de ventanales y las columnas. Cuentan que iba a ser más grande, pero Felipe II vetó la obra para que no eclipsara a El Escorial.

Palacio de los Condes de Góngora

La villa de Soria contó con un recinto amurallado de más de cuatro kilómetros de los que se conservan restos visibles en algunos tramos marcados con placas y con una ruta señalizada tanto por senderos periurbanos como urbanos. 

Antes de abandonar la ciudad cogimos el coche para llegar al otro lado del río Duero y visitar el claustro de San Juan que, como he contado al principio, encontramos cerrado por ser lunes. A la entrada, la escultura de Gustavo Adolfo Bécquer, basada en un retrato que le hizo su hermano. Esta escultura se realizó por el 150 aniversario de su muerte y tras él se reprodujo un cementerio templario inspirado en su leyenda "El Monte de las Ánimas". 


Al otro lado de la carretera, el Monasterio de San Polo y el comienzo de una hermosa ruta por el margen izquierdo del río que nos llevará hasta la ermita de San Saturio. El Monasterio fue habitado por miembros de la Orden del Temple para defender la entrada a la ciudad hasta el año 1312 cuando esta orden militar fue suprimida. Actualmente es de uso particular. Tras pasar el pasadizo abierto sobre el año 1590, cogemos el camino y llegamos hasta la ermita de San Saturio.

La leyenda cuenta que Saturio fue un noble soriano que repartió sus riquezas entre los pobres y se marchó a vivir a unas cuevas junto al río Duero. Se le atribuyen varios milagros y la devoción hacia el Santo creció de tal forma que fue nombrado patrón de la ciudad y se le construyó esta bonita ermita. Bajo ella se llega a un puente que cruza el río y desde el que se obtienen bonitas vistas si no tienes el Sol de cara como nos pasó a nosotros.

Interior de la ermita de San Saturio

Podéis completar la escapada con otros lugares que recogemos en este artículo publicado y os recomendamos para descubrir la provincia.


1 comentario:

  1. Hace tiempo que quiero visitar Soria... Me ha gustado mucho el artículo y es muy completo, me será útil para conocer la ciudad de los poetas.

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