
Reservar un coche de alquiler y que te cobren de más, por Viajando por el mundo mundial
Nuestro contratiempo viajero fue en un viaje familiar a Londres. Unos días atrás el volcán Eyjafjalla de Islandia había emitido una gran nube volcánica que afectó a miles de vuelos en Europa, pero estaba tranquilo.
En la cola de embarque con una hora de retraso comenzó el caos, por, las azafatas desaparecieron y un aviso por megafonía comunicó que el vuelo estaba cancelado.
Nos obligaron a salir para hacer una larga cola en zig-zag y ser reubicados en otros vuelos. El nuestro para tres días después y ni siquiera para Asturias, pero no podíamos esperar.
Un grupo de personas de nuestro vuelo contrataron un autobús de vuelta y nos unimos a ellos. Un par de horas después volvíamos a Asturias con un autobús con volante a la derecha y dos chóferes.
Un viaje de 22 horas, muy largo y cansado pero inolvidable, lleno de anécdotas y una experiencia para contar a nuestros nietos.
Aquí encontrarás su pequeña odisea más ampliada.
Lo que más temo a la hora de volar no son las turbulencias. Al contrario, ellas me recuerdan que es bueno en ocasiones salir de la monotonía de la rutina, del confort y darnos cuenta que lo que nos parece normal es una maravilla.
Lo que más temo son las escalas a la hora de volar, y este miedo está dado por las experiencias que me han hecho vivir dos compañías latinoamericanas: Avianca y Latam
Estas dos aerolíneas tienen como muchas otras la política de qué cuándo operan vuelos en su propia HUB (Bogotá y Santiago de Chile respectivamente) en ocasiones no llega el equipaje a acompañar a los pasajeros en tránsito y cuentan con que pueden despacharlo en el próximo vuelo.
Esto lo hacen muchas compañías. Hay que contar con ello cuando compramos escalas con tiempos muy cortos entre sí, y por eso nos beneficiamos de sus precios.
El mal que hacen estas compañías es que pierden el equipaje. En mi caso Avianca llegó a extraviar tres veces mi equipaje, y en una de esas ocasiones por tanto tiempo que al cabo de un mes, ya regresado de mis vacaciones aún no habían dado con él.
Como si fuese poco debo sentirme afortunado ya que he conocido colegas que al día de hoy no han recuperado ni su equipaje ni le han reconocido la pérdida del mismo.
Espero que toda esta información les sea útil para disfrutar de su próximo viaje y no padecer del mismo temor que yo a la hora de contratar un vuelo con escala.
Mala experiencia en Marrakech, por Cómete el mundo
Creo que la peor experiencia que hemos pasado viajando ha
sido en Marrakech. La primera vez que viajamos a la ciudad era Ramadán y,
cuando cae la noche, los establecimientos cierran para comer. Nosotros
estábamos una tarde en el zoco de la ciudad y nos empezaron a seguir unos
chicos. El zoco es una zona de calles muy estrechas y laberínticas. Es difícil
salir de allí si no lo conoces bien.
De repente, las tiendas empezaron a cerrar de golpe y
empezaba a hacerse oscuro. Los chicos nos empezaron a decir que por allí no
podíamos ir y que fuéramos por otro sitio (nos llevaban a una calle sin
salida). Como no les hacíamos caso, nos llegaron a coger del brazo y pararnos
en seco. Tuvimos un forcejeo hasta que un señor de una tienda nos vio y nos
ayudó. Les echó la bronca y se fueron. La verdad es que fue muy desagradable y
nos asustamos mucho. Suponemos que nos querían robar. Por suerte, no llegó a
más la cosa, pero el susto no nos lo quita nadie.
Robo en el coche de alquiler, por Vamos a Viajar
Nos tocó ir a comisaría a poner la denuncia, al aeropuerto a que nos cambiaran el coche (encima por otro peor sin aire y sin CD), pagar 70€ por la ventanilla (ya sabéis, contratar seguro, nos salía más barato) y cambiar los planes, ese día conocimos Atenas.
ERUPCIÓN DEL VOLCÁN GAMALAMA, por Magda Batik
El refrán
dice que quien anda con fuego se acaba quemando. Ese debió ser mi caso.
Indonesia se
encuentra situada en el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, así que en algún
momento de mis años allá me habría de tocar.
El volcán Gamalama, en Ternate, decidió desperezarse cuando mi avión estaba a punto de despegar. Confusión generalizada, numerosas personas queriendo salir de la isla, aeropuertos cerrados… Sólo un barco de regular aspecto salía cada dos días.
El corazón se
acelera. Te vienen a la mente todas las calamidades conocidas y te imaginas ya
al estilo pompeyano, como escultura pétrea.
Ahora lo rememoramos
con algo de humor. Afortunadamente todo quedó en un susto y sobre todo en una gran experiencia. ¿Quieres
compartirla conmigo? Te lo cuento con pelos y señales en estos dos enlaces:
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La erupción del volcán Gamalama
En octubre de 2019 hice una ruta de carretera por Escocia magnífica e irrepetible.
Se trataba de un viaje organizado por un tour operador. No suele ser el tipo de viaje que elijo para mis vacaciones, ya que me gusta ir a mi aire e improvisar, pero esta vez nos lanzamos a la aventura y confiamos a ciegas en la agencia por ser una marca de reconocido prestigio.
Si no has estado en Escocia, tal vez no conozcas la dificultad de encontrar alojamientos decentes en las Tierras Altas. En muchas ocasiones son casas antiguas que no responden a unas mínimas calidades.
Por mencionarte algo positivo, el emplazamiento donde se encontraba este hotel era precioso.
Además, se trataba de un edificio centenario que en otros tiempos acogía a lo más granado de la zona.
Desde entonces sospecho que las mejoras habían sido mínimas o incluso nulas.
Por mencionar algunos detalles, los ascensores tenían una moqueta sucia y rota por las paredes, el paño de nuestra habitación no cerraba la puerta, las ventanas no cerraban bien, los cables andaban sueltos por el suelo, el baño tenía el enchufe del calefactor oxidado y enganchado con cinta de goma. En la cortina de la bañera había restos biológicos de algo que no quise mirar y no recogieron las toallas sucias del suelo ni nos hicieron las camas.
Las comidas fueron otro suplicio. Si quieres descubrirlo, puedes acceder a la entrada que les dediqué.
El piso fantasma o cómo fui estafada en Airbnb, por Travel me Softly
Había utilizado la plataforma de Airbnb en múltiples ocasiones, diferentes países y en todas sus modalidades de alquiler. Nunca había tenido problemas, hasta un bonito fin de semana de julio en el que mi reserva resultó ser una estafa.
Después de esta estafa, he utilizado Airbnb en muchas otras
ocasiones y, afortunadamente, nunca me ha vuelto a ocurrir. Eso sí, ahora
siempre examino con lupa este tipo de alojamientos antes de reservarlos.
Robo en hotel de Edimburgo, por Meraviglia
Hace unos años viajé a Edimburgo con unos amigos. Nos
alojamos en un apartahotel que nos salía bien de precio y además tenía muy
buena pinta. Tras pasar la primera noche en nuestro apartamento de dos
habitaciones, salimos dispuestos a explorar la ciudad.
Antes de salir, yo me dejé los euros que llevaba, ya que
allí no me servían de nada. Los guardé en un cajón de mi habitación, en una
pequeña funda oculta debajo de mi pasaporte. Además, por manía, conté los euros
que había, por lo que sabía a ciencia cierta cuándo dinero dejaba en el hotel.
Cuando llegamos por la tarde, de nuevo, por costumbre y
manía, me da por revisar el dinero. A simple vista parecía que no había pasado
nada, todo estaba en orden. Sin embargo, me faltaban 70€. Aviso a mis amigos, y
otra amiga que también había dejado dinero bastante oculto echaba en falta
otros 50€.
Avisamos en recepción y lamentablemente la respuesta del
hotel no fue la más educada ni empática. Finalmente, pusimos denuncia en la
policía para que constara todo lo sucedido, aunque desgraciadamente el caso no
se llegó a resolver. Aquí
os cuento la historia completa y os doy algunos consejos.
Un agua de diferente color, por Divertydoo