Avilés es un pueblo con mucha historia. Su puerto era el principal acceso marítimo de la región. Creció y se convirtió en uno de los centros económicos debido, entre otras actividades mercantiles, a la explotación de las salinas. Importación, vinos, pesca...
El casco antiguo esta declarado Conjunto Artístico Monumental.
Aunque el descubrimiento de América abrió nuevas rutas y el anterior gran incendio de la villa en 1478 hizo peligrar el bienestar de la villa, está mantuvo su situación.
De ahi en adelante, más vale que seas tú quién descubra una villa que no te dejará indiferente.
Visita indispensable es el museo de Avilés para conocer toda la evolución de la ciudad. A las niñas les encantó el museo, repleto de historias, tablets, manecillas que descubrian lecturas o mapas, botones, incluso una especie de teatrillo... bastante ameno.
Nosotros fuimos por la calle de Galiana, la Plaza de España (donde CajaAstur habia desplegado juegos y entretenimientos para niños). Descansamos y tomamos un refresco en una de las terrazas.
Justo delante encontrarás la Iglesia de Los Padres Franciscanos, del s.XIII.
Puede ser interesante visitar la lonja donde se subasta casi el 70% de pesca capturada en Asturias. Así como el Centro Niemeyer, que nos faltó. Tendrá que ser a la próxima.
No pudimos pasar todo el tiempo que queríamos, pues estuvimos de paso. Pero hay multitud de parques y paseos para disfrutar con niños. AQUÍ os dejo el enlace de la comarca.
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