ALET-LES-BAINS

Fuimos por ver su famosa abadía y nos maravillamos con el tranquilo pueblo dónde hay una casa en la que habitó Nostradamus.

Casa de Nostradamus

La entrada a las ruinas de la abadía cuesta 4 euros adulto y 2,50 niños. La verdad es que desde el cementerio de al lado se ve casi todo y nos hubiéramos podido ahorrar un dinero, ya que no somos expertos historiadores y con lo que vimos desde fuera hubiera sido suficiente.

 

Abadía de Alet-les-Bains

La historia del pueblo esta estrechamente ligada a la construcción de dicha abadía Benedictina del siglo IX. La abadía de Santa María se convirtió en catedral gótica a partir de 1318.

Gracias a Nicolas Pavillon, nombrado obispo en 1637, se desarrolló un programa de educación para niñas pobres, creó un seminario e hizo construir el puente sobre el río Aude que facilitó el acceso a la ciudad. Este obispo esta enterrado en el cementerio parroquial de Alet.

Cementerio junto a las ruinas de la abadía

El último obispo vendió parte del terreno para la construcción de una nueva carretera y se aceleró su decaimiento. Sus vestigios dibujan un esplendoroso pasado.

Alet les Bains es también conocido por sus aguas termales (hay una residencia termal) y el casino que hay a la entrada.

Entrada a las termas

Si bien lo que más nos gusta son sus calles de siglos pasados, las casas de antiguos comerciantes, murallas defensivas del siglo XII con alguna de sus puertas muy bien conservadas.

Es precioso pasear por la Rue du Séminaire admirando las casas renacentistas con salidizos y sentir que atraviesas los siglos hacia el pasado.
La plaza es un claro ejemplo de la arquitectura medieval.

Cruzando la puerta de las Cadenas, hacia el antiguo camino que lleva al puente medieval, hay a la derecha un columbarium romano.
El pueblo tiene piscina, actividad de Kayak, zona de picnic, barbacoa, baños,... muy cerca del puente del siglo XVII, desde donde hay unas bonitas vistas al río.